
9 de julio de 2025 a las 12:20
México: ¿Paraíso laboral?
En un contexto global de desaceleración económica, México brilla como un faro de estabilidad laboral. La OCDE ha confirmado lo que muchos venían observando: el país se consolida como una potencia en generación de empleo, con una tasa de desempleo del 2.8% en mayo de 2025, un número que lo coloca en el podio mundial, solo por detrás de gigantes económicos como Japón y Corea. Este dato no solo es una fotografía del presente, sino la culminación de una tendencia a la baja sostenida durante los últimos cuatro años, una prueba irrefutable de la resiliencia del mercado laboral mexicano.
Sin embargo, el panorama no está exento de matices. Si bien el bajo desempleo es motivo de celebración, la OCDE también señala la persistencia de la informalidad. Más de la mitad de los trabajadores mexicanos se encuentran fuera del sector formal, un desafío que requiere atención urgente para garantizar la protección social y el acceso a beneficios laborales para todos. Este contraste entre el dinamismo del mercado laboral y la prevalencia de la informalidad plantea interrogantes cruciales sobre la calidad del empleo generado y la necesidad de políticas públicas que impulsen la formalización.
A pesar de las tensiones comerciales con Estados Unidos y las proyecciones de un crecimiento económico moderado del 0.4% para este año, la OCDE se muestra optimista sobre la estabilidad laboral en México. La inflación, que se espera disminuya al 3.4% en 2025, junto con el bajo desempleo, actuarían como un escudo protector del consumo interno, sosteniendo la demanda y, por ende, el mercado laboral. Esta previsión, sin embargo, debe analizarse con cautela, considerando la volatilidad del contexto internacional y la necesidad de diversificar la economía mexicana para reducir su dependencia de un solo mercado.
Mirando hacia el futuro, el envejecimiento de la población y la disminución de la fertilidad se presentan como retos demográficos a nivel global. La OCDE proyecta un aumento del 67% en la proporción de personas mayores por cada persona en edad de trabajar para 2060, un fenómeno que podría frenar el crecimiento económico. Sin embargo, México, gracias a su estructura poblacional – con tasas de fertilidad por encima del nivel de reemplazo hasta 2015 – se encuentra en una posición privilegiada. Se prevé que la tasa de empleo con respecto a la población aumente en 2.75 puntos porcentuales, el mayor incremento entre los países miembros de la OCDE, lo que podría convertir al país en un motor de crecimiento en la región.
No obstante, la participación femenina en el mercado laboral presenta una tendencia a la baja, registrando un 51.2% en el primer trimestre de 2025, comparado con el 51.7% del mismo periodo en 2024. Este retroceso es una señal de alerta que exige políticas públicas enfocadas en la igualdad de oportunidades y la eliminación de las barreras que impiden la plena incorporación de las mujeres al mundo laboral. Impulsar la participación femenina no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia clave para el desarrollo económico del país.
En resumen, México se encuentra en una posición paradójica: un mercado laboral dinámico con bajo desempleo, pero con la sombra de la informalidad y el desafío de la participación femenina. El futuro del trabajo en México dependerá de la capacidad del país para aprovechar sus fortalezas demográficas, impulsar la formalización y garantizar la igualdad de oportunidades para todos.
Fuente: El Heraldo de México