Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Seguridad

9 de julio de 2025 a las 21:15

Juchitán desmantela vigilancia ilegal

La tranquilidad en el Istmo de Tehuantepec comienza a dibujarse con trazos firmes. La reciente desinstalación de 23 cámaras de videovigilancia clandestinas en Juchitán de Zaragoza marca un hito en la lucha contra la delincuencia en la región. Estos dispositivos, ajenos a los sistemas oficiales de seguridad (C2 y C4), presuntamente servían para fines ilícitos, alimentando la zozobra entre la ciudadanía. Imaginen la magnitud del problema: ojos invisibles vigilando las calles, no para proteger, sino para acechar. Este descubrimiento, fruto de la Primera Reunión de Evaluación de la Operación Sable, pone de manifiesto el compromiso inquebrantable de las autoridades por devolver la paz a esta tierra.

La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), en una acción coordinada que demuestra la fuerza de la unidad, encabezó el operativo. Junto a la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), y con el respaldo invaluable de las fuerzas federales – la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional (GN) – se logró desmantelar esta red clandestina de vigilancia. La colaboración con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Policía Vial resultó fundamental para el éxito de la operación. Esta sinergia entre instituciones, trabajando codo a codo, envía un mensaje contundente: la delincuencia no tiene cabida en Oaxaca.

El operativo no se limita a la desinstalación de las cámaras. Se trata de una estrategia integral que incluye recorridos de seguridad y vigilancia en colonias y secciones de Juchitán de Zaragoza, identificando posibles "focos rojos". La meticulosidad con la que se trabaja permite detectar cámaras similares que pudieran estar operando al margen de la ley. Imaginen la tranquilidad de saber que las calles están siendo vigiladas, no por ojos oscuros, sino por la mirada protectora de la ley.

El compromiso de las autoridades no termina aquí. Se han anunciado operativos continuos y la instalación de puestos de vigilancia estratégicos. El objetivo es claro: detectar vehículos robados, armas de fuego y sustancias prohibidas. Se busca erradicar la delincuencia desde la raíz, desarticulando las redes que la sustentan. Se está tejiendo una red de seguridad, un escudo protector para los habitantes del Istmo.

La Operación Sable no es un evento aislado, sino un proceso continuo. Es la promesa de un futuro más seguro, la esperanza de un Istmo donde la paz sea la norma, no la excepción. Es la demostración de que la unidad y la coordinación son las armas más poderosas contra la delincuencia. El mensaje es claro: el Istmo de Tehuantepec se levanta, firme y decidido, hacia un horizonte de tranquilidad. Y las autoridades están ahí, en la primera línea, garantizando que ese horizonte se convierta en realidad.

Fuente: El Heraldo de México