
9 de julio de 2025 a las 06:25
Exjuez a prisión por despojos.
La sombra de la injusticia ha caído sobre el ex juez federal de Nayarit, Mario Alberto Cervera López, quien ha sido condenado a 3 años y 11 meses de prisión por tejer una red de falsedades en el sensible caso de despojo de viviendas a derechohabientes del Infonavit. Una sentencia que resuena como un llamado a la rectitud y transparencia en el sistema judicial, y que deja al descubierto la vulnerabilidad de quienes buscan amparo en la ley.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha desentrañado la trama urdida por Cervera López, quien, aceptando un procedimiento abreviado, ha reconocido su culpabilidad en la elaboración de informes falsos presentados ante jueces de distrito en Nayarit, Chihuahua y Sinaloa. Informes que, como espejismos en el desierto, distorsionaban la realidad de los hechos, negando la veracidad de las reclamaciones de los afectados y ocultando la identidad de los verdaderos demandados en los juicios hipotecarios.
Imaginen la angustia de las familias que, con la esperanza de un techo seguro, se vieron despojadas de sus hogares, enfrentando un laberinto legal plagado de engaños. La sentencia contra Cervera López, si bien no restituye lo perdido, representa un paso hacia la justicia y un recordatorio de que la impunidad no tiene cabida en un Estado de Derecho.
Más allá de la pena de prisión, la inhabilitación impuesta al ex juez, equivalente al tiempo de su condena, impide su retorno a la judicatura, protegiendo así la integridad del sistema. La multa, la garantía económica y la suspensión de sus derechos políticos y sociales completan un castigo que busca reparar, en la medida de lo posible, el daño causado a la confianza pública.
Este caso, que se remonta al periodo entre 2013 y 2018, revela la existencia de una maquinaria de despojo operada por un despacho de abogados que, valiéndose de constancias falsas, manipuló el sistema judicial en beneficio del Infonavit. Un esquema fraudulento que dejó a su paso un rastro de familias desahuciadas y la amarga sensación de impotencia ante la corrupción.
La condena de Cervera López es apenas una pieza en el complejo rompecabezas de la justicia. Queda aún por esclarecer la responsabilidad del despacho de abogados involucrado y garantizar la reparación del daño a las víctimas de este deplorable episodio. Es imperativo que las autoridades continúen investigando y sancionando a todos los responsables, enviando un mensaje claro de que la justicia no se negocia ni se doblega ante intereses particulares.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de fortalecer los mecanismos de control y supervisión dentro del sistema judicial, blindándolo contra la corrupción y garantizando que la ley sea un instrumento de protección para los más vulnerables. La lucha por la justicia es un camino largo y arduo, pero la sentencia contra Cervera López nos recuerda que cada paso cuenta, que cada acto de corrupción destapado nos acerca a un futuro donde la justicia prevalezca para todos.
Fuente: El Heraldo de México