
9 de julio de 2025 a las 09:35
Corte Suprema: ¿Nuevo rol social?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentra en un punto de inflexión. Si bien sus funciones formales permanecen intactas tras la reciente reforma, la verdadera transformación reside en su nuevo rol social. Ya no basta con la emisión de fallos, por más profesionales y exhaustivos que sean. La Corte debe acercarse a la sociedad, volverse visible y tangible en la vida cotidiana de los mexicanos. Este cambio implica una mayor transparencia y una comunicación más efectiva, explicando el impacto real de sus decisiones en la vida de las personas. Imaginemos sentencias que no solo resuelvan un caso concreto, sino que también destaquen los derechos humanos protegidos, su alcance social y su potencial para guiar políticas judiciales a nivel nacional.
Esta nueva dinámica requiere un diálogo constante con la sociedad. La Corte debe escuchar las inquietudes de los ciudadanos, comprender sus necesidades y responder con acciones concretas. No se trata solo de justicia en abstracto, sino de una justicia social que impacte positivamente en la vida de las personas, especialmente las más vulnerables. Pensemos en las comunidades indígenas, en los niños y niñas, en las personas de la diversidad sexual, en las personas con discapacidad, en las mujeres, en los adultos mayores, en los afrodescendientes. Todos ellos deben encontrar en la Corte una institución accesible, que los escuche, les explique y, sobre todo, responda a sus necesidades.
La transformación del Poder Judicial en una herramienta viva para el cambio social requiere no solo de conocimiento jurídico, sino también de empatía, sentido social y una firme convicción contra la injusticia. Los Ministros de la Corte deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen en sus manos y actuar con la visión y la conciencia social necesarias para construir un país más justo.
Este nuevo rol implica la búsqueda de sinergias con la sociedad. La Corte debe transmitir un mensaje claro: la justicia no es un concepto abstracto, sino una fuerza transformadora con un impacto real en la vida de las personas. Debe ser un faro de esperanza para quienes buscan justicia y un motor de cambio para la sociedad en su conjunto. La Corte debe ser, en definitiva, una casa con las puertas abiertas para todos los mexicanos.
La construcción de este nuevo rol no será fácil. Requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: los Ministros de la Corte, los operadores jurídicos, la academia, los medios de comunicación y, por supuesto, la sociedad en su conjunto. Pero el beneficio de una justicia más cercana, más accesible y más efectiva para todos los mexicanos, hace que este esfuerzo valga la pena. Estamos ante una oportunidad histórica para fortalecer el Estado de Derecho y construir un país más justo e igualitario. El camino está trazado, ahora es momento de recorrerlo juntos.
Fuente: El Heraldo de México