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9 de julio de 2025 a las 09:05

Abuelito cae de iglesia ¡Milagro!

Un escalofriante incidente sacudió la tranquilidad de la colonia Atlampa en la tarde del 8 de julio, cuando un adulto mayor sufrió una aparatosa caída desde la azotea de la parroquia ubicada en la esquina de Mirasol y Clavel. La rápida y eficiente respuesta de los elementos de emergencia de la Ciudad de México fue crucial para que el hombre de 71 años recibiera la atención urgente que necesitaba.

Imaginen la escena: una tarde aparentemente normal, interrumpida por el sonido de un cuerpo impactando contra el suelo. Los oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, alertados por la situación, se apresuraron al lugar. Subieron a la azotea, encontrando al hombre con visibles manchas de sangre en el rostro, una imagen que sin duda aceleró sus pulsos y los impulsó a actuar con celeridad. El adulto mayor, según relató, se encontraba supervisando trabajos de mantenimiento cuando tropezó con una de las trabes, precipitándose al vacío.

En momentos como estos, cada segundo cuenta. Los policías, conscientes de la gravedad de la situación, solicitaron de inmediato la presencia de los servicios de emergencia. La tensión se podía palpar en el aire mientras se esperaba la llegada de los rescatistas del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y personal de Protección Civil.

La evaluación médica reveló la magnitud del impacto: probable fractura de húmero, contusión en la región frontal izquierda y probable fractura de huesos propios de la nariz. Un diagnóstico que ponía de manifiesto la necesidad de un traslado rápido y seguro a un centro hospitalario.

Pero el rescate no sería tarea fácil. La altura de la azotea, las características arquitectónicas de la iglesia y la condición del herido presentaban un reto considerable para los expertos del ERUM. Con profesionalismo y precisión, inmovilizaron al hombre en una camilla tipo sked, preparándolo para un descenso que requería pericia y nervios de acero.

A diez metros de altura, suspendido entre el cielo y el suelo, el adulto mayor descendía lentamente, sostenido por las cuerdas y arneses que manipulaban con destreza los rescatistas. Una operación de rescate digna de elogio, que combinó la experiencia, la valentía y el compromiso de estos héroes anónimos que día a día arriesgan sus vidas para salvar las de otros.

Finalmente, tras ser bajado por las escaleras de la iglesia, el hombre fue trasladado a un hospital para recibir la atención médica especializada que requería su delicado estado. Este incidente nos recuerda la importancia de contar con servicios de emergencia eficientes y la invaluable labor que realizan los profesionales que los integran. Asimismo, nos invita a reflexionar sobre la seguridad en los trabajos de mantenimiento, especialmente en alturas, y la necesidad de tomar las precauciones necesarias para evitar accidentes que puedan tener consecuencias tan graves. ¿Qué medidas de seguridad se implementaron durante los trabajos de mantenimiento en la parroquia? ¿Se podrían haber evitado este tipo de accidentes? Son preguntas que merecen ser analizadas para garantizar la seguridad de todos.

Fuente: El Heraldo de México