
8 de julio de 2025 a las 18:55
Tragedia en Zacatecas: Confesión y Muerte
La tragedia ha golpeado a la comunidad Benito Juárez de Zacatecas, dejando un vacío profundo y una ola de indignación. Miriam, una mujer de 52 años originaria de Veracruz, fue víctima de feminicidio, un acto de violencia brutal que ha conmocionado a la sociedad. Su pareja, Oscar, de 58 años, es el principal sospechoso, quien tras el crimen se quitó la vida. Un video desgarrador, grabado por el propio Oscar antes del acto, ha salido a la luz, revelando una perturbadora narrativa de despecho y resentimiento.
En el video, Oscar argumenta su decisión con un discurso plagado de justificaciones y autocompasión. Habla de una vida dedicada a Miriam, de sacrificios económicos y atenciones constantes. Se presenta como una víctima del empoderamiento femenino, alegando que las autoridades nunca le creerían su versión de los hechos, la de un hombre "bulleado" por su pareja. Sus palabras, lejos de generar empatía, evidencian una profunda distorsión de la realidad y una peligrosa normalización de la violencia.
"Me hace falta mucho cariño", dice Oscar en la grabación. Una frase que, en su contexto, resulta escalofriante. El cariño no se exige, se construye. La falta de afecto no justifica la violencia, mucho menos un acto tan atroz como el feminicidio. Su discurso revela una preocupante cultura machista, donde la posesión y el control se disfrazan de amor. La idea de que Miriam "no le llegaba al precio", después de haber vendido propiedades para complacerla, deja al descubierto una mentalidad materialista y cosificadora de la mujer. Para Oscar, Miriam era un objeto, una posesión, no una persona con derechos y libertades.
La soledad de Miriam en Zacatecas, lejos de su familia en Veracruz, agrega otra capa de tristeza a esta tragedia. La falta de una red de apoyo cercana puede haberla hecho más vulnerable ante la violencia de su pareja. Este caso pone de manifiesto la importancia de fortalecer las redes de apoyo para las mujeres que viven lejos de sus familias y de crear mecanismos efectivos para detectar y prevenir la violencia de género.
La Fiscalía de Género y Alto Impacto tiene ahora la difícil tarea de esclarecer los detalles de este feminicidio, un crimen que nos recuerda la urgente necesidad de erradicar la violencia contra las mujeres. Es fundamental que se investigue a fondo, no solo para hacer justicia a Miriam, sino también para entender las circunstancias que llevaron a esta tragedia y así poder prevenir futuros casos.
Más allá de la investigación judicial, es crucial que como sociedad reflexionemos sobre las raíces de la violencia machista. Debemos cuestionar los estereotipos de género, promover la igualdad y el respeto, y educar en la no violencia desde la infancia. El feminicidio de Miriam no puede ser un caso más en las estadísticas. Debe ser un llamado a la acción, un recordatorio de que la lucha contra la violencia de género es una tarea de todos. No podemos permitir que el despecho, la posesión o el resentimiento sigan cobrando vidas. El silencio nos hace cómplices. La indiferencia nos convierte en parte del problema. Es hora de alzar la voz y exigir un futuro libre de violencia para todas las mujeres.
Fuente: El Heraldo de México