La tragedia ha sacudido a la comunidad de La Loma, Pachuca, y a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH). Dos policías investigadores, quienes acudieron a una vivienda en cumplimiento de su deber, perdieron la vida tras una brutal agresión. Lo que inicialmente parecía una diligencia rutinaria para entregar un citatorio por violencia familiar, se convirtió en una pesadilla. Al llegar al domicilio, ubicado en la enigmática "Capilla del Angelito Negro 666", los agentes fueron recibidos con violencia inimaginable por parte de los ocupantes.

La PGJEH ha confirmado el fallecimiento de ambos investigadores. Uno de ellos perdió la vida casi de inmediato debido a la severidad de las lesiones, mientras que su compañero, tras ser trasladado al Hospital General de Pachuca, luchó por su vida hasta esta mañana, cuando finalmente sucumbió a las heridas.

Este hecho ha generado una profunda conmoción e indignación, no sólo por la brutalidad del ataque, sino también por las interrogantes que surgen alrededor del operativo. Familiares de las víctimas han alzado la voz, denunciando la supuesta negligencia de los mandos superiores de la Procuraduría. Argumentan que a los agentes se les impidió acudir armados al lugar, dejándolos en una posición de extrema vulnerabilidad frente a los agresores. Esta acusación añade un nuevo y preocupante elemento a la investigación, poniendo en tela de juicio los protocolos de seguridad y la protección que se brinda a los servidores públicos en el cumplimiento de sus funciones.

La "Capilla del Angelito Negro 666", escenario de esta tragedia, se encuentra ahora bajo el escrutinio público. Su nombre, cargado de simbolismo oscuro, ha despertado la curiosidad y la inquietud de la comunidad. ¿Qué tipo de actividades se realizaban en este lugar? ¿Existe alguna conexión entre las prácticas llevadas a cabo en la capilla y la violencia desatada contra los agentes? Estas son algunas de las preguntas que las autoridades deberán responder a través de una investigación exhaustiva y transparente.

Mientras tanto, cuatro personas que se encontraban en la vivienda al momento de los hechos han sido detenidas y puestas a disposición del Ministerio Público. Será la justicia la encargada de determinar su grado de responsabilidad en este doble homicidio que ha enlutado a la PGJEH y ha sembrado la incertidumbre en la población.

Este caso pone de manifiesto los riesgos a los que se enfrentan diariamente los policías investigadores en el ejercicio de su profesión. La necesidad de reforzar los protocolos de seguridad, proporcionar el equipo necesario para su protección y brindarles el apoyo psicológico adecuado, se convierte en una prioridad urgente. La memoria de estos dos agentes caídos en el cumplimiento de su deber exige justicia y una profunda reflexión sobre las condiciones en las que se desempeñan quienes velan por la seguridad de la ciudadanía. La comunidad espera respuestas y acciones concretas para prevenir que tragedias como esta vuelvan a ocurrir. El silencio de las autoridades ante las acusaciones de los familiares sólo aumenta la tensión y la demanda de justicia. El tiempo corre y la exigencia de transparencia se hace cada vez más fuerte. ¿Qué se esconde tras las paredes de la "Capilla del Angelito Negro 666"? ¿Qué falló en el operativo que costó la vida a dos servidores públicos? La sociedad hidalguense espera respuestas.