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8 de julio de 2025 a las 09:25

Supera tus límites

La hazaña de Clayton Kershaw, alcanzando los 3,000 ponches en las Grandes Ligas, trasciende la simple estadística. Se convierte en un testimonio de perseverancia y maestría en una época donde la ofensiva ha evolucionado a niveles estratosféricos. Imaginen, enfrentarse día a día a bateadores que asemejan máquinas de batear, auténticos torpedos humanos capaces de conectar con potencia descomunal cualquier lanzamiento. En este contexto, la cifra de Kershaw adquiere un brillo especial, una demostración de dominio pocas veces vista.

Su curva, ese lanzamiento que se ha convertido en su firma personal, ha sido la llave para acumular una montaña de strikeouts. Una herramienta letal que desconcierta a los bateadores, obligándolos a abanicar el aire con frustración. Si bien es cierto, como decía el inmortal Tommy Morales, que una alta cantidad de ponches puede implicar un elevado número de lanzamientos, nadie puede negar la efectividad y el espectáculo que proporciona ver a un lanzador dominar a sus rivales de esta manera.

Kershaw se une a un selecto club, codeándose con leyendas del béisbol, aspirantes al Salón de la Fama. Pero su grandeza no se limita a los ponches. Sus 216 victorias en 18 temporadas hablan de una consistencia admirable. Y qué decir de su impresionante control: 2,133 hits y apenas 233 jonrones permitidos en 2,787.1 entradas. Un promedio de menos de un cuadrangular cada 12 entradas es simplemente excepcional, una muestra de dominio absoluto en el montículo.

La comparación entre sus 3,000 ponches y sus escasas 692 bases por bolas otorgadas es otro dato revelador. Una precisión quirúrgica que refleja su inteligencia y dominio del juego. Los 105 wild pitches, pequeñas imperfecciones en una trayectoria casi perfecta, son simplemente anecdóticos, recordatorios de que incluso los más grandes son humanos.

En el 2025, Kershaw continúa siendo una pieza fundamental para los Dodgers. Su marca de 4-0 en la presente temporada es un bálsamo para un equipo que ha sufrido con las lesiones en su cuerpo de lanzadores. Un líder que con su experiencia y calidad busca guiar a los Dodgers a la gloria, especialmente después de la dolorosa derrota ante los Astros de Houston.

En una era donde la ciencia del deporte cobra cada vez mayor relevancia, donde se analiza hasta el milímetro la mecánica de lanzamiento, Kershaw demuestra que la mentalidad ganadora, el talento innato y las ganas de trascender siguen siendo factores determinantes. Un ejemplo para las nuevas generaciones, una prueba de que la pasión y la dedicación pueden llevar a alcanzar las metas más ambiciosas.

La historia de Clayton Kershaw es una oda al béisbol, un recordatorio de la belleza y la complejidad de este deporte. Un legado que seguirá inspirando a futuras generaciones de lanzadores.

Fuente: El Heraldo de México