La creciente del río Páez, alimentada por las incesantes lluvias que azotan la región del Cauca, se ha cobrado una nueva víctima. En un video que ha circulado ampliamente por redes sociales y ha conmocionado al país, se observa el dramático momento en que Valentina Chaux Chilito, una joven que se encontraba a la orilla del río, es arrastrada por la corriente. La fuerza implacable del agua la engulle en cuestión de segundos, ante la mirada atónita de quienes presenciaron la tragedia.

El suelo, empapado y debilitado por las precipitaciones, cedió bajo sus pies mientras Valentina, al parecer, intentaba capturar la imponente fuerza del río con su teléfono celular. Este detalle, que añade un matiz de amarga ironía a la situación, nos recuerda la fragilidad de la vida y cómo un instante de imprudencia puede tener consecuencias devastadoras. La grabación, un testimonio crudo de la potencia de la naturaleza, muestra con claridad la inestabilidad del terreno y la velocidad con la que la corriente se llevó a la joven. Los gritos desesperados de los testigos, que intentaron en vano auxiliar a Valentina, se escuchan de fondo, amplificando la angustia y la impotencia del momento.

Desde el jueves 3 de julio, fecha en que ocurrió el incidente, Valentina permanece desaparecida. Un equipo multidisciplinario, conformado por miembros de la Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil y Gestión del Riesgo, trabaja incansablemente en las labores de búsqueda y rescate. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas, con lluvias persistentes que aumentan el caudal del río y dificultan la visibilidad, complican enormemente la tarea. Cada hora que pasa, la esperanza de encontrarla con vida se desvanece, dejando un manto de tristeza y desolación en la comunidad.

La tragedia de Valentina ha conmovido a todo el país y ha puesto en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad de las poblaciones que viven cerca de los ríos, especialmente en épocas de fuertes lluvias. Los habitantes de la región, consternados por lo sucedido, han organizado cadenas de oración por el alma de Valentina y por el consuelo de su familia. Al mismo tiempo, han elevado su voz para exigir a las autoridades medidas de prevención y protección que eviten que este tipo de tragedias se repitan. Solicitan la intervención del gobierno para la construcción de infraestructuras que contengan las crecientes del río y para la implementación de campañas de concientización sobre los riesgos de acercarse a las orillas en periodos de lluvias intensas.

Este lamentable suceso sirve como una dolorosa advertencia sobre la importancia de respetar la fuerza de la naturaleza y de tomar precauciones ante las inclemencias del tiempo. La imprudencia, combinada con la falta de infraestructuras adecuadas y la ausencia de una cultura de prevención, puede tener consecuencias fatales. Es imperativo que las autoridades actúen con prontitud y eficacia para proteger a las comunidades que viven en zonas de riesgo y para evitar que nuevas tragedias como la de Valentina Chaux Chilito vuelvan a ocurrir. El recuerdo de esta joven, arrastrada por la furia del río Páez, debe servir como un llamado a la acción y a la responsabilidad de todos.