
9 de julio de 2025 a las 01:10
Refresca tu verano: 3 limonadas antiinflamatorias
El verano, sinónimo de sol, playa y relax, se ha convertido también en el foco de atención para quienes buscan mejorar sus hábitos alimenticios. La meta es clara: disfrutar del buen tiempo sin descuidar la salud. Sin embargo, este periodo vacacional a menudo presenta un desafío. La relajación de las rutinas y la tentación de indulgencias culinarias pueden llevar a la inflamación, una molestia que empaña el disfrute de las vacaciones. Pero no todo está perdido. Existen alternativas deliciosas y refrescantes que nos permiten mantener a raya la inflamación y disfrutar plenamente del verano.
La hidratación es crucial, especialmente con las altas temperaturas. Pero más allá del agua, podemos incorporar bebidas que no solo nos refrescan, sino que también aportan beneficios a nuestra salud. Las limonadas caseras, con ingredientes naturales y fáciles de conseguir, son una excelente opción. Permiten controlar los azúcares añadidos y experimentar con sabores que deleitan el paladar. Además, son una herramienta poderosa para combatir la inflamación abdominal, una molestia común que puede arruinar nuestros días de descanso.
La inflamación abdominal, causada por diversos factores, puede prevenirse con un estilo de vida saludable y la guía de un especialista. La alimentación juega un papel fundamental, y las bebidas que elegimos son un componente clave. Incorporar ingredientes naturales en nuestras preparaciones, como propone la dietista y mentora nutricional Paola Procell, es una estrategia inteligente para cuidar nuestro bienestar digestivo. Sus recetas, sencillas y refrescantes, son un ejemplo de cómo podemos disfrutar de bebidas deliciosas y a la vez beneficiosas para nuestra salud. Imaginen una limonada de sandía con hierbabuena y un toque de agua con gas: refrescante, ligera y perfecta para combatir el calor. O una limonada de jengibre y chía, con sus propiedades antiinflamatorias y su aporte de fibra. Estas opciones, además de hidratarnos, nos ayudan a mantener una alimentación equilibrada durante las vacaciones.
Pero no solo se trata de bebidas. El aumento de peso, el colesterol y el ácido úrico son preocupaciones comunes durante las vacaciones de verano. El descontrol en la dieta y el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas y carbohidratos, según el académico Sergio Alberto Mendoza Álvarez de la UNAM, pueden llevar a un aumento de peso de tres a cinco kilos, además de afectar negativamente nuestros niveles de colesterol y ácido úrico. Es fundamental mantener una dieta balanceada, incluso en vacaciones. Priorizar verduras al vapor, como zanahoria, pepino y jícama, en lugar de botanas procesadas, es un paso importante. En cuanto al alcohol, la moderación es clave. Dos copas al día son el límite recomendado para evitar un incremento en los triglicéridos.
La actividad física también juega un papel crucial. Dedicar al menos 45 minutos al día a caminar, correr o practicar algún deporte nos ayudará a mantenernos activos y a contrarrestar los excesos vacacionales. Es importante desmentir el mito de que el ejercicio compensa por completo el consumo de alimentos altos en grasas. Quemar las calorías de una hamburguesa, por ejemplo, puede llevar varios días, incluso una semana. Por lo tanto, la clave está en el equilibrio: disfrutar de las vacaciones sin descuidar nuestra salud, combinando una alimentación consciente con actividad física regular. Así, podremos regresar de las vacaciones con energía renovada y sin remordimientos.
Fuente: El Heraldo de México