La tranquilidad de la mañana en Tingüindín se vio abruptamente interrumpida este martes por un nuevo ataque contra la Policía Municipal, un hecho que, lamentablemente, se suma a la creciente ola de violencia que ha azotado a la región en lo que va del año. La carretera La Cantera-Tingüindín, usualmente transitada por la comunidad, se convirtió en escenario de una emboscada donde las detonaciones de arma de fuego rompieron la calma y sembraron el temor entre los habitantes.

No conformes con la agresión directa, los atacantes, con una premeditación escalofriante, diseminaron "ponchallantas" sobre el asfalto, un acto que no solo buscaba dañar a los vehículos oficiales, sino también entorpecer la respuesta de las fuerzas del orden y sembrar el caos en la zona. Esta táctica, cada vez más recurrente en los enfrentamientos con grupos delictivos, revela la sofisticación y la planificación con la que operan estas células criminales.

En medio del fuego cruzado, un valiente oficial de la Policía Municipal resultó herido en el hombro, defendiendo a su comunidad con arrojo y determinación. Afortunadamente, y gracias a la rápida actuación de sus compañeros, fue trasladado a un centro hospitalario donde, según los últimos reportes médicos, se encuentra fuera de peligro y en proceso de recuperación. Su valentía y compromiso con la seguridad ciudadana merecen nuestro más profundo reconocimiento y solidaridad.

Los daños colaterales de este ataque también se reflejan en al menos dos vehículos que sufrieron ponchaduras en sus neumáticos, un recordatorio tangible de la violencia que se vive en la región. Ante la gravedad de los hechos, elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Guardia Civil se movilizaron rápidamente hacia la zona para brindar apoyo a la Policía Municipal, restablecer el orden y retirar los peligrosos artefactos que obstaculizaban la vía. La presencia conjunta de estas fuerzas representa un frente unido contra la delincuencia y un mensaje claro de que el estado de derecho no será doblegado por la violencia.

Las investigaciones preliminares, llevadas a cabo por las áreas de inteligencia, apuntan hacia una célula delictiva vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como la responsable de este atentado. Este dato, de confirmarse, no hace sino agravar la preocupación por la creciente influencia de este grupo criminal en la región y la necesidad de implementar estrategias más efectivas para combatir su avance.

Con este último incidente, ya son cuatro los ataques registrados contra la Policía de Tingüindín en lo que va de 2025, una cifra alarmante que refleja la vulnerabilidad de las fuerzas del orden y la urgencia de reforzar su protección. Estos ataques, que han cobrado la vida de cuatro valientes policías y un civil, dejan una profunda herida en la comunidad y exigen una respuesta contundente por parte de las autoridades. Es imperativo que se implementen medidas de seguridad más robustas, se fortalezcan las capacidades de las corporaciones policiales y se promueva la cooperación ciudadana para construir un Tingüindín más seguro y pacífico. La memoria de las víctimas nos obliga a redoblar esfuerzos en la lucha contra la delincuencia y a no claudicar en la búsqueda de la justicia.