La Ciudad de México respira un aire de cambio. Un soplo de tranquilidad recorre sus calles, sus plazas, sus barrios. La lucha contra la delincuencia, una batalla constante y ardua, comienza a dar frutos tangibles, esperanzadores. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ha anunciado una reducción del 12% en los homicidios en el último año, una cifra que no solo representa estadísticas, sino vidas salvadas, familias que conservan su integridad, y una ciudad que se encamina hacia la paz.

Esta noticia, confirmada tras el Gabinete de Seguridad en Palacio Nacional, no es un hecho aislado, sino el resultado de un esfuerzo conjunto, coordinado, entre las distintas instancias de seguridad. Un trabajo que se teje día a día, con la firme convicción de construir una ciudad más segura para todos sus habitantes, sin distinción. La propia Jefa de Gobierno, a través de sus redes sociales, ha compartido este logro con la ciudadanía, reafirmado su compromiso con la paz y la seguridad, y destacando la importancia de la colaboración para alcanzar este objetivo.

La disminución del 12% en los homicidios, comparado con el mismo periodo del año anterior, no es solo un número, es un indicador de que la estrategia implementada está funcionando. Es la prueba de que la perseverancia, la coordinación y la focalización de los esfuerzos en las áreas más críticas, están dando resultados palpables. Es un paso firme en la dirección correcta, un avance significativo que nos acerca a la meta de una ciudad donde la tranquilidad sea la norma, no la excepción.

Pero la lucha no termina aquí. La Jefa de Gobierno lo ha reiterado: la batalla contra la delincuencia es una tarea continua, que exige constancia, adaptación y una firme determinación. La reducción de los homicidios es un logro importante, sin duda, pero es también un incentivo para redoblar esfuerzos, para afinar las estrategias y para seguir trabajando incansablemente en la construcción de una ciudad más segura. Una ciudad donde la vida sea el valor supremo, donde las familias puedan vivir sin miedo, y donde la paz sea el escenario en el que se desarrolle el futuro de todos.

Recordemos las palabras de la Jefa de Gobierno: "Nada nos va a desviar del objetivo de hacer más segura la Ciudad de México". Una declaración contundente que refleja la firmeza de su compromiso y la convicción de que, con trabajo conjunto y perseverancia, es posible alcanzar la meta de una ciudad en paz. Una ciudad donde la seguridad no sea un privilegio, sino un derecho de todos. Una ciudad donde la vida florezca en cada rincón, libre del temor y la violencia. La disminución de los homicidios es un paso importante en ese camino, un paso que nos acerca a la ciudad que todos soñamos.