
8 de julio de 2025 a las 17:30
Familia de turistas raya Peña de Bernal ¡Indignante!
La indignación recorre las redes sociales como un reguero de pólvora. Un video, testigo silencioso de un acto de vandalismo, ha capturado la aparente despreocupación de una familia, presuntamente estadounidense, frente a la majestuosidad de la Peña de Bernal. Este imponente monolito, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009, no solo representa un tesoro natural para México, sino un símbolo de la historia y la cultura de Querétaro. Sin embargo, en las imágenes se observa cómo la aparente tranquilidad del lugar se ve interrumpida por la acción irrespetuosa de estos visitantes.
El video muestra a un trabajador del lugar, con la voz cargada de preocupación, intentando razonar con la mujer, quien admite haber rayado la superficie de la Peña. La respuesta de la turista, alegando que "todo el mundo lo hace", no solo minimiza la gravedad del acto, sino que refleja una preocupante falta de respeto hacia el patrimonio cultural y natural. La tensión aumenta cuando su acompañante, en lugar de asumir la responsabilidad, intenta persuadir al trabajador para que acepte el plumón utilizado en el vandalismo y les permita retirarse. Este gesto, lejos de solucionar el problema, pone de manifiesto una actitud evasiva y una clara falta de conciencia sobre las consecuencias de sus acciones.
La negativa del trabajador a recibir el plumón, argumentando la necesidad de esperar a las autoridades, es un acto de defensa no solo del monolito en sí, sino de la responsabilidad colectiva que tenemos de preservar nuestro patrimonio. La insistencia de la turista en su nacionalidad estadounidense, lejos de eximirla de culpa, añade un matiz de soberbia e impunidad a la situación. El argumento de que no hay letreros en la cima de la Peña advirtiendo sobre la prohibición de pintar, ignora por completo el principio básico de respeto hacia los lugares de importancia cultural y natural, un respeto que debería ser inherente a cualquier visitante.
El trabajador, con paciencia y firmeza, explica que la única manera de que puedan retirarse es reparando el daño causado. La respuesta altanera de la mujer, negándose a borrar lo que, según ella, “todos han rayado”, contrasta con la sencilla petición del empleado: borrar únicamente lo que ellos han escrito. Esta confrontación pone de manifiesto dos visiones opuestas: la del respeto y la responsabilidad frente a la indiferencia y la impunidad.
La difusión de este video ha generado una ola de indignación en las redes sociales. Usuarios de diferentes partes del mundo han expresado su repudio ante el acto vandálico y han exigido a las autoridades que se tomen medidas ejemplares. La Peña de Bernal, considerada el tercer monolito más grande del mundo, no es solo una atracción turística, es un símbolo de identidad para la comunidad local y un patrimonio natural que debemos proteger.
Este incidente nos invita a reflexionar sobre la importancia de la educación y la concientización en materia de turismo responsable. Respetar el patrimonio cultural y natural no es una opción, es una obligación. La belleza de la Peña de Bernal, y de todos los lugares que conforman nuestro patrimonio, debe ser preservada para las futuras generaciones. Es fundamental que, como sociedad, promovamos valores como el respeto, la responsabilidad y la conciencia ambiental, para que incidentes como este no se repitan. La indignación que sentimos hoy debe transformarse en un compromiso colectivo para proteger y valorar nuestro patrimonio.
Fuente: El Heraldo de México