La incertidumbre ha mantenido en vilo a los seguidores de Jessica Esotérica. Desde aquel 3 de julio, la noticia de su cirugía y delicado estado de salud, agravado por un coma inducido, generó una ola de preocupación y especulaciones. El hermetismo inicial, roto solo por las escasas declaraciones de su amigo Rodrigo Fragoso, aumentó la angustia entre sus fans, quienes inundaron las redes sociales con mensajes de apoyo y deseos de pronta recuperación.

La confirmación del coma por parte de su representante, explicando que se trataba de una decisión médica debido a complicaciones postoperatorias, no hizo más que intensificar la zozobra. El pronóstico reservado, esas palabras que tanto se temen, dejaba un manto de incertidumbre sobre el futuro de la querida vidente. ¿Se recuperaría completamente? ¿Cuáles serían las secuelas de este difícil episodio? Las preguntas se multiplicaban sin respuesta.

Afortunadamente, la luz al final del túnel ha aparecido. El comunicado emitido por su equipo de trabajo, como un bálsamo para la ansiedad colectiva, anunció que Jessica había despertado del coma y se encontraba consciente. El alivio fue palpable, la alegría contagiosa. Las redes sociales, antes inundadas de preocupación, se llenaron de mensajes de júbilo y agradecimiento.

El parte médico, detallado y preciso, explicó la complejidad del caso. Un marcapasos por una enfermedad cardíaca preexistente, tratada en Estados Unidos, se sumaba a un desgarro muscular herniado con sangrado interno, producto del accidente en la marcha del orgullo LGBTTIQ+, y un implante roto. Una combinación de factores que ponía de manifiesto la delicada situación de salud de la vidente. La intervención quirúrgica, descrita por el Dr. Pablo Soto como "compleja", consiguió controlar el hematoma, reconstruir el músculo y reemplazar los implantes.

Sin embargo, la arritmia cardíaca postoperatoria obligó a los médicos a inducir el coma, una medida preventiva para estabilizar su condición. Afortunadamente, tras 24 horas de extrema tensión, Jessica recuperó la consciencia, un paso fundamental en su camino hacia la recuperación. Aunque el pronóstico sigue siendo reservado, la noticia de su despertar ha inyectado una dosis de optimismo en sus seguidores y en el mundo del espectáculo.

Recordemos que la lesión que la llevó al quirófano ocurrió durante un momento de celebración y apoyo a la comunidad LGBTTIQ+. La marcha en Sayulita, Nayarit, se transformó en un escenario de preocupación cuando una frenada repentina del camión alegórico en el que viajaba junto a Wendy Guevara, provocó el impacto que rompió su implante mamario.

Este incidente, más allá de las circunstancias particulares, abre un debate sobre la seguridad en este tipo de eventos. ¿Se toman las medidas necesarias para garantizar la integridad física de los participantes? ¿Se prioriza la seguridad por encima del espectáculo? Estas son preguntas que deben ser abordadas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

Mientras tanto, la atención se centra en la recuperación de Jessica Esotérica. Sus seguidores, con la esperanza renovada, esperan con ansias nuevas noticias sobre su evolución, deseando que pronto pueda retomar su vida y su actividad profesional. El camino hacia la recuperación total será largo, pero el primer paso, el más importante, ya se ha dado. Jessica ha despertado.