
8 de julio de 2025 a las 16:10
Atraco sangriento: Carnicería saqueada
La inseguridad sigue azotando a los comerciantes argentinos, y esta vez, la crudeza de un robo a mano armada en una carnicería de Los Polvorines, en Malvinas Argentinas, ha generado una profunda consternación. Las imágenes, captadas por las cámaras de seguridad del establecimiento y difundidas rápidamente en redes sociales, muestran la violencia con la que operan estas bandas delictivas, dejando a su paso un rastro de miedo e impotencia.
No se trata de un hecho aislado. Este asalto, según informan las autoridades locales, sería el tercero atribuido a esta misma banda. La reiteración de estos ataques, con un modus operandi similar, enciende las alarmas y exige una respuesta contundente por parte de las fuerzas de seguridad. ¿Qué medidas se están tomando para frenar esta ola de robos que afecta a los comerciantes y vecinos de la zona? ¿Se ha reforzado la vigilancia? ¿Se está trabajando en la identificación y captura de estos delincuentes? Son preguntas que la comunidad exige sean respondidas con acciones concretas.
El video, de apenas dos minutos, condensa la brutalidad del asalto. La escena inicial, con la carnicería funcionando con normalidad – clientes esperando, empleados atendiendo, incluso un perro tranquilo en el local – contrasta drásticamente con la irrupción violenta de los tres asaltantes. Armados y sin mediar palabra, siembran el terror entre los presentes. El pánico es palpable, reflejado en los rostros de los clientes que se agachan al suelo, obedeciendo las órdenes de los criminales. Uno de ellos, incluso, apunta directamente a la cabeza de un cliente, una imagen que pone de manifiesto la frialdad y la peligrosidad de estos individuos.
La secuencia continúa con la llegada de un cuarto delincuente, quien se suma a la intimidación y al control de la situación. Mientras dos de ellos se dirigen a la caja registradora, sometiendo a la empleada y obligándola a abrir la caja fuerte, los otros dos se dedican a despojar de sus pertenencias a los empleados y clientes. Celulares, dinero, y hasta un pedazo de carne, son el botín de estos criminales que actúan con total impunidad.
Este robo no solo representa una pérdida material para los afectados, sino también una profunda herida en la sensación de seguridad de toda la comunidad. El miedo se instala, la incertidumbre crece, y la confianza en las instituciones se erosiona. Es fundamental que las autoridades tomen cartas en el asunto, implementando estrategias efectivas que permitan prevenir este tipo de delitos y brinden la protección que los ciudadanos necesitan y merecen. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo los comerciantes y vecinos de Los Polvorines tendrán que vivir con el temor constante de ser las próximas víctimas?
Fuente: El Heraldo de México