
7 de julio de 2025 a las 19:30
Sheinbaum contra aranceles del BRICS
En un escenario geopolítico cada vez más complejo, la firme postura de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo frente a la imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos resuena con fuerza, no solo en México, sino en el concierto internacional. Su adhesión a la condena emitida por el grupo BRICS subraya la importancia de la cooperación y el desarrollo como ejes rectores de las relaciones internacionales, un principio que, según sus propias palabras, no es solo una convicción personal, sino un mandato constitucional. Esta declaración, pronunciada durante la mañanera de este lunes, reafirma el compromiso de México con un comercio justo y equitativo, alejado de las prácticas proteccionistas que amenazan con desestabilizar la economía global.
La insistencia de la jefa del Ejecutivo en la primacía del diálogo y la negociación como herramientas para la resolución de conflictos es particularmente relevante en el contexto actual. Mientras las tensiones comerciales se intensifican, Sheinbaum Pardo ha mantenido la puerta abierta al diálogo con Washington, incluyendo en las conversaciones el crucial acuerdo de seguridad, comercio y migración, una propuesta que busca abordar de manera integral los desafíos compartidos por ambos países. Esta iniciativa, presentada previamente al expresidente Donald Trump, demuestra la visión estratégica de la mandataria, priorizando la construcción de puentes en lugar de muros, y apostando por la colaboración como la vía más efectiva para alcanzar soluciones mutuamente beneficiosas.
Más allá de la coyuntura actual, la presidenta Sheinbaum Pardo ha impulsado una agenda internacional ambiciosa, centrada en la promoción del desarrollo sostenible y el bienestar global. Sus dos propuestas en el ámbito internacional – la redirección del 1% del presupuesto global destinado a armas hacia un programa de reforestación y apoyo a agricultores similar a Sembrando Vida, y la convocatoria a una cumbre para el desarrollo económico para el bienestar – reflejan una visión audaz y transformadora. Estas iniciativas no solo buscan mitigar los efectos del cambio climático y fomentar el crecimiento económico, sino que, fundamentalmente, aspiran a construir un mundo más justo y equitativo, donde la cooperación y la solidaridad sean los pilares de las relaciones entre las naciones.
La propuesta de replicar el programa Sembrando Vida a nivel global es particularmente significativa. Este programa, que ha demostrado su eficacia en México para combatir la pobreza y la degradación ambiental, podría convertirse en un modelo a seguir para otros países, especialmente en regiones afectadas por la deforestación y la inseguridad alimentaria. Imaginemos un mundo donde, en lugar de invertir en la producción de armas, los recursos se destinaran a la reforestación, a la creación de empleos dignos en el campo y a la promoción de la agricultura sostenible. Esta visión, promovida por la presidenta Sheinbaum Pardo, representa una alternativa esperanzadora frente a la escalada del gasto militar y la creciente desigualdad que caracteriza nuestro tiempo.
La convocatoria a una cumbre para el desarrollo económico para el bienestar, por su parte, subraya la necesidad de un nuevo paradigma económico, centrado en el bienestar de las personas y no en la acumulación de capital. En un mundo donde la desigualdad se ha convertido en una amenaza para la estabilidad social y la paz, es fundamental repensar las reglas del juego y construir un sistema económico más justo, inclusivo y sostenible. La presidenta Sheinbaum Pardo, con su liderazgo y visión de futuro, se posiciona como una voz clave en este debate global, instando a la comunidad internacional a trabajar unida para construir un mundo mejor para todos.
Fuente: El Heraldo de México