
8 de julio de 2025 a las 01:20
Ramos Arizpe y Saltillo: Bajo la lupa de EEUU
En un golpe contundente contra el robo de combustible, las autoridades mexicanas han logrado el mayor decomiso de hidrocarburos de la actual administración. Más de 15 millones de litros de diésel, gasolina y destilado de petróleo, transportados en 129 carrotanques, fueron asegurados en operativos conjuntos realizados en Ramos Arizpe y Saltillo, Coahuila. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), bajo el liderazgo de Omar García Harfuch, encabezó las acciones en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y autoridades locales. Este hito marca un paso significativo en la lucha contra el "huachicoleo", un delito que no solo afecta la economía nacional, sino que también representa un grave riesgo para la seguridad y el medio ambiente.
La magnitud de este aseguramiento pone de manifiesto la sofisticada red de operaciones ilícitas que se teje en torno al robo de combustible. Imaginen la logística requerida para movilizar 129 carrotanques: la planificación de rutas, la complicidad de transportistas, la infraestructura necesaria para almacenar y distribuir el producto robado. Desmantelar estas redes criminales requiere de un esfuerzo coordinado y constante, como el que se ha demostrado en este operativo.
La colaboración entre las distintas fuerzas de seguridad, tanto federales como estatales, ha sido clave para el éxito de esta operación. La SSPC ha destacado la importancia del trabajo conjunto y la inteligencia compartida para combatir eficazmente el crimen organizado. Este tipo de sinergias son fundamentales para desarticular las estructuras del huachicoleo y llevar ante la justicia a los responsables.
El impacto económico del robo de combustible es devastador. Millones de pesos en pérdidas para la nación, recursos que podrían destinarse a programas sociales, infraestructura y desarrollo. Además, el huachicoleo genera una competencia desleal para las empresas legalmente establecidas, afectando la inversión y el crecimiento económico.
Más allá del impacto económico, el robo de combustible representa un grave peligro para la seguridad de las comunidades. Las tomas clandestinas, realizadas de forma precaria e insegura, son un riesgo latente de explosiones e incendios, poniendo en peligro la vida de quienes habitan en las zonas aledañas. Recordemos las tragedias ocurridas en el pasado, un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de esta actividad ilícita.
La Embajada de Estados Unidos en México ha aplaudido las acciones de la SSPC, reconociendo la importancia de combatir el robo de combustible en un esfuerzo conjunto. La cooperación internacional es esencial para enfrentar este desafío transnacional. El intercambio de información, la capacitación y el apoyo técnico son herramientas fundamentales para fortalecer las capacidades de las autoridades mexicanas en la lucha contra el huachicoleo.
Este importante aseguramiento de hidrocarburos es un paso firme en la dirección correcta. Sin embargo, la batalla contra el huachicoleo no ha terminado. Es necesario mantener la presión sobre las organizaciones criminales, fortalecer las estrategias de prevención y continuar con la colaboración interinstitucional para erradicar este flagelo que afecta a México. La ciudadanía también juega un papel importante, denunciando cualquier actividad sospechosa y contribuyendo a la construcción de un país más seguro y próspero.
Fuente: El Heraldo de México