Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Economía

7 de julio de 2025 a las 09:40

Migrantes: héroes, remesas y retorno.

Más allá de las cifras impactantes, de los miles de millones de dólares que fluyen a través de las fronteras, se encuentra el rostro humano de la migración. Imaginemos a María, quien dejó su pequeño pueblo en Oaxaca hace quince años, con la promesa de un futuro mejor para sus hijos. Durante todo este tiempo, ha trabajado incansablemente limpiando casas en Los Ángeles, sacrificando la cercanía de su familia para poder enviarles cada mes una parte de su sueldo. Ese dinero no solo paga la comida y la escuela, sino que también ha permitido a su hija mayor estudiar enfermería en la universidad, un sueño que en su pueblo natal hubiera sido inalcanzable. María es un ejemplo, una historia repetida miles de veces a lo largo y ancho del país. Cada dólar que envía es una muestra de resistencia, de amor y de esperanza. Son pequeños actos de heroísmo cotidiano que sostienen la economía familiar y, en conjunto, impulsan la economía nacional.

Pero la historia de María también tiene un lado oscuro, una realidad que a menudo se ignora. La incertidumbre constante, el miedo a la deportación, la discriminación y la explotación laboral son parte de su día a día. Y aunque su esfuerzo es titánico, la distancia y la soledad la marcan profundamente. ¿Cuántos cumpleaños, cuántas navidades, cuántas graduaciones se ha perdido María por perseguir ese sueño americano que, a veces, se convierte en una pesadilla? ¿Cuántos migrantes como ella han tenido que renunciar a sus raíces, a sus afectos, para construir un futuro incierto en un país ajeno?

El reconocimiento de la Presidenta Sheinbaum a los migrantes como héroes es un paso importante, un gesto simbólico que visibiliza su aporte invaluable a la economía nacional. Pero las palabras deben ir acompañadas de acciones concretas. No basta con aplaudir su esfuerzo, es necesario crear políticas públicas que les garanticen un retorno digno, una reinserción efectiva en el mercado laboral y el acceso a servicios básicos como salud, educación y vivienda.

Es fundamental que el Estado mexicano asuma la responsabilidad de brindar apoyo a quienes, tras años de sacrificio en el extranjero, regresan a su país. No se trata de una dádiva, sino de una obligación moral. Estos mexicanos, que han contribuido de manera significativa al desarrollo económico del país, merecen ser recibidos con los brazos abiertos, no con la indiferencia o la desidia. Necesitan programas de capacitación laboral que les permitan aprovechar sus habilidades adquiridas en el extranjero, acceso a créditos para emprender negocios propios y apoyo psicológico para superar el trauma de la migración y la reinserción.

El reto es grande, pero no imposible. Es necesario un cambio de paradigma, una visión integral que reconozca a los migrantes no como una variable externa, sino como parte fundamental del tejido social y económico del país. Solo así podremos construir un México más justo e inclusivo, un país que valore y reconozca el esfuerzo y la valentía de sus héroes migrantes. La pregunta ya no es si el Estado debe hacer algo, sino cuánto está dispuesto a hacer para saldar la deuda histórica que tiene con ellos. El futuro de México, en gran medida, depende de la respuesta.

Fuente: El Heraldo de México