El mundo del fitness y las redes sociales se ha visto sacudido una vez más por la controversia. Stefanie Cohen Magarici, una figura prominente en el levantamiento de pesas y el boxeo, con una impresionante lista de más de 25 récords mundiales y una creciente presencia online, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras un reciente arresto en Miami por un cargo relacionado con violencia doméstica. Este incidente, ocurrido el miércoles pasado, arroja una sombra sobre la brillante carrera de la atleta de 33 años y plantea interrogantes sobre la compleja relación entre la vida pública y privada de las figuras influyentes en la era digital.

Los detalles del incidente aún son escasos. El Departamento de Policía de Miami-Dade confirmó la detención por violencia doméstica, pero se ha mantenido hermético en cuanto a las circunstancias específicas que condujeron al arresto. Esta falta de información alimenta las especulaciones y la incertidumbre, generando un hervidero de comentarios y conjeturas en las redes sociales, donde Cohen cuenta con una legión de seguidores que superan el millón en Instagram.

Lo que sí sabemos es que este no es el primer encuentro de Cohen con la ley. Hace poco más de un año, la influencer enfrentó cargos por acceso ilegal a una computadora, acoso sexual cibernético, daños criminales y resistencia al arresto, en un caso que involucró a su expareja y a la nueva novia de éste. Según los informes, Cohen habría accedido a la computadora portátil de su ex, encontrando fotos íntimas de la nueva pareja y compartiéndolas en un chat grupal. Este acto, supuestamente motivado por la intención de "exponer y humillar", llevó a una denuncia formal y al posterior arresto de Cohen.

En aquel entonces, el arresto de mayo de 2024 estuvo marcado por la resistencia de Cohen a la autoridad. Los oficiales reportaron que la influencer intentó huir de regreso a su residencia en Coconut Grove y que incluso derribó a uno de los agentes durante el forcejeo. Este comportamiento, sumado a las acusaciones previas, pinta un cuadro complejo y preocupante de una figura pública que parece debatirse entre el éxito deportivo y las dificultades personales.

A pesar de estos problemas legales, Cohen ha mantenido una presencia activa en las redes sociales, compartiendo contenido relacionado con su entrenamiento, sus logros deportivos y su vida cotidiana. Su perfil en Instagram, con más de un millón de seguidores, se ha convertido en una ventana a su mundo, mostrando tanto sus triunfos en el levantamiento de pesas y el boxeo como momentos más personales. Su relación con Tristan Hamm, otro influencer con una considerable base de seguidores, también ha sido objeto de atención mediática.

El silencio de Cohen y su equipo legal tras el reciente arresto aumenta la intriga. No se ha emitido ningún comunicado oficial, ni se sabe si ha sido liberada bajo fianza o cuáles serán los próximos pasos en el proceso judicial. Mientras tanto, la comunidad online espera con ansias más información, debatiendo las implicaciones de este nuevo capítulo en la vida de una atleta que, hasta hace poco, parecía tenerlo todo: récords mundiales, una carrera en ascenso y una gran cantidad de seguidores. La pregunta que muchos se hacen es: ¿cómo afectará este incidente a su futuro, tanto dentro como fuera del ring? El tiempo lo dirá.