
7 de julio de 2025 a las 18:55
IMSS-Bienestar: ¿7 años por una medicina?
La innovación farmacéutica en México se encuentra en una encrucijada. Mientras el mundo avanza a pasos agigantados en el desarrollo de nuevos tratamientos, los pacientes mexicanos enfrentan una espera de hasta 7 años para acceder a medicamentos de última generación, una realidad que pone en relieve la urgente necesidad de modernizar los procesos de adquisición y distribución en instituciones como el IMSS-Bienestar. Imaginen la frustración de saber que existe una cura o un tratamiento más efectivo para su enfermedad, pero que su acceso está bloqueado por una burocracia lenta y compleja. Esta demora no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también limita las posibilidades de una recuperación plena y oportuna.
Las declaraciones de Larry Rubin, Director Ejecutivo de la AMIIF, pintan un panorama preocupante. Siete años es un periodo excesivo en el dinámico mundo de la medicina, donde los avances científicos se suceden a un ritmo vertiginoso. Medicamentos que fueron innovadores en su momento, pueden quedar obsoletos para cuando finalmente llegan a las manos de quienes los necesitan. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿a qué costo se mantiene esta brecha temporal? ¿cuántas oportunidades de tratamiento se pierden en este laberinto burocrático?
La colaboración entre la AMIIF y el subsecretario Eduardo Clark ofrece un rayo de esperanza. Acortar los tiempos de entrega de medicamentos es crucial para garantizar el acceso oportuno a la innovación. Sin embargo, el problema no se limita a la agilidad en la distribución. La complejidad de los contratos de compra, que a menudo se dilatan interminablemente en el IMSS, representa un obstáculo significativo. Es necesario simplificar estos procesos, eliminando trabas burocráticas y priorizando la salud de los pacientes.
El reconocimiento al trabajo de la Comisionada Federal de COFEPRIS, Armida Zúñiga Estrada, por parte de Larry Rubin, destaca la importancia de una regulación eficiente y transparente. La corrección de errores y la agilización de trámites dentro de la institución son pasos fundamentales para mejorar el acceso a los medicamentos. La colaboración entre la AMIIF y COFEPRIS es un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre el sector público y privado puede generar resultados positivos para la sociedad.
No obstante, la sombra de la deuda del IMSS-Bienestar con la industria farmacéutica, que asciende a casi 40 mil millones de pesos, planea sobre el futuro del sector. Esta situación financiera precaria no solo dificulta la adquisición de nuevos medicamentos, sino que también pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud. Es imperativo encontrar soluciones a este problema, ya que la salud de la población no puede estar sujeta a vaivenes económicos. Se requiere un cambio profundo en el IMSS-Bienestar para garantizar su correcto funcionamiento y su capacidad para brindar atención médica de calidad.
La próxima semana de la renovación de la AMIIF, del 9 al 11 de julio, se presenta como un espacio crucial para abordar estos desafíos. La esperada participación de la presidenta Claudia Sheinbaum y los detalles sobre la inversión de 10 mil 480 millones de pesos en la industria farmacéutica, generarán expectativas sobre el futuro del sector. Es fundamental que esta inversión se traduzca en mejoras concretas para los pacientes, facilitando el acceso a medicamentos innovadores y reduciendo los tiempos de espera. El futuro de la salud en México depende de la capacidad del sector público y privado para trabajar en conjunto, priorizando la innovación y el bienestar de la población.
Fuente: El Heraldo de México