
7 de julio de 2025 a las 18:50
Dos Bocas: Funcionando sin problemas, confirma Sheinbaum
La reciente declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sobre la refinería Dos Bocas ha generado un renovado interés en el estado actual de este megaproyecto. Según la mandataria, la refinería opera con normalidad, alcanzando una producción cercana a los 200 millones de barriles diarios. Esta afirmación contrasta con la información previamente divulgada por Petróleos Mexicanos (Pemex), que admitía la interrupción de las operaciones a finales del año pasado y principios del presente. Ante esta aparente contradicción, es crucial analizar a fondo la situación y comprender las implicaciones para el sector energético mexicano.
La explicación ofrecida por la jefa del Ejecutivo se centra en la contaminación del crudo con sal, un problema que, según afirma, ya había sido abordado en conferencias matutinas previas. Este tipo de contaminación, aunque no infrecuente en la industria petrolera, requiere de procedimientos específicos para su remediación. La salinidad excesiva puede afectar gravemente el rendimiento de la refinería, corroer las instalaciones y comprometer la calidad de los productos finales. Por lo tanto, la descontaminación del agua salina es un paso esencial para garantizar la operatividad a largo plazo y la eficiencia de Dos Bocas.
La presidenta Sheinbaum Pardo aseguró que el proceso de limpieza ya ha concluido y que la refinería ha retomado su ritmo normal de producción. Sin embargo, la falta de detalles técnicos sobre el proceso de descontaminación y la discrepancia con el informe previo de Pemex generan interrogantes que deben ser atendidas con transparencia. ¿Cuál fue la magnitud de la contaminación? ¿Qué tecnologías se emplearon para la limpieza? ¿Qué medidas se han implementado para prevenir futuras contaminaciones? Estas son preguntas cruciales para evaluar la sostenibilidad del proyecto y la veracidad de las declaraciones oficiales.
La propuesta de una visita a la refinería para representantes de los medios de comunicación es un paso en la dirección correcta. Permitir el acceso a las instalaciones y observar de primera mano el proceso de refinación brindaría mayor claridad y permitiría una evaluación independiente del estado actual de Dos Bocas. La transparencia en este tipo de proyectos es fundamental para generar confianza y asegurar la rendición de cuentas.
Más allá de la controversia puntual sobre la interrupción de las operaciones, la refinería Dos Bocas se erige como un elemento clave en la estrategia energética del gobierno mexicano. La promesa de autosuficiencia en la producción de combustibles y la reducción de la dependencia de las importaciones son objetivos ambiciosos que requieren una gestión eficiente y transparente. El futuro de Dos Bocas y su impacto en la economía mexicana dependerán en gran medida de la capacidad del gobierno para abordar los desafíos técnicos y operativos con responsabilidad y honestidad. El seguimiento puntual de la información, el análisis crítico de los datos y la exigencia de transparencia son esenciales para comprender el verdadero alcance de este proyecto y su contribución al desarrollo del país. El debate público informado y la participación ciudadana son pilares fundamentales para asegurar que Dos Bocas cumpla con las expectativas y se convierta en un motor de crecimiento sostenible para México.
Fuente: El Heraldo de México