La noche del domingo, la tranquilidad de Buenavista se vio interrumpida por el estallido de la violencia. Un nuevo ataque armado, el tercero en apenas quince días, ha sacudido a la comunidad y sembrado la incertidumbre entre sus habitantes. La carretera Buenavista-Peribán, a la altura de la colonia La Huerta, se convirtió en escenario de un cruento enfrentamiento entre oficiales de la Policía Municipal y un grupo de sujetos armados.

El saldo, lamentablemente, no se hizo esperar: un civil fallecido y dos agentes heridos. Los vecinos, testigos involuntarios de la refriega, se vieron obligados a buscar refugio ante la lluvia de balas. Algunos, con el temor latente, lograron documentar los hechos con sus teléfonos celulares, imágenes que ahora circulan como testimonio crudo de la realidad que se vive en la región.

De acuerdo con los informes preliminares, los oficiales fueron sorprendidos por la emboscada. El intercambio de disparos se prolongó por varios minutos, hasta que la llegada de refuerzos de la policía local y la Guardia Civil obligó a los agresores a huir. Los agentes heridos, identificados como Alberto C. M. y Efraín I. C., fueron trasladados de inmediato a hospitales de la región, donde reciben atención médica.

La víctima civil, un hombre de entre 35 y 40 años, se encontraba alimentando animales en un corral cercano al lugar del ataque. Alcanzado por las balas, perdió la vida en el acto, convirtiéndose en una víctima colateral de la violencia que azota a Buenavista. Su identidad aún no ha sido revelada, pero su muerte se suma a la creciente lista de vidas truncadas por la inseguridad.

Este incidente no es un hecho aislado. La comunidad de Buenavista ha sido blanco de ataques recurrentes en las últimas semanas. El pasado 26 de junio, un grupo armado irrumpió en la cabecera municipal, agrediendo con armas de grueso calibre a los oficiales apostados en una caseta de seguridad. En aquella ocasión, el agente Gerardo Antonio S. M. perdió la vida, y dos de sus compañeros resultaron heridos.

Posteriormente, el 5 de julio, en la carretera Buenavista-Tazumbos, cerca de El Llano de La Ruana, se registró otra emboscada contra la policía municipal. En ese ataque, un civil también perdió la vida, y varios agentes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.

Las autoridades y las áreas de inteligencia apuntan al Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG) como el responsable de estos ataques. Esta reciente alianza entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras ha intensificado la violencia en la región, generando un clima de temor e incertidumbre entre la población. La pregunta que todos se hacen es: ¿cuándo terminará esta ola de violencia? ¿Qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad de los habitantes de Buenavista? La comunidad clama por paz y justicia, mientras las autoridades enfrentan el desafío de contener a los grupos criminales que operan en la zona. El futuro de Buenavista se vislumbra incierto, y la esperanza de un mañana tranquilo parece cada vez más lejana. La lucha contra la inseguridad es un reto que exige la colaboración de todos, desde las instituciones gubernamentales hasta la sociedad civil. Solo unidos podremos construir un futuro libre de violencia.