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7 de julio de 2025 a las 16:55
Alerta: Niña de 12 años desaparecida en Baja California
La angustia se extiende como una sombra sobre Baja California. La desaparición de Sherly Jireth Alcantar Lobo, de tan solo 12 años, ha conmocionado a la comunidad y desatado una intensa búsqueda que mantiene en vilo a familiares, autoridades y a la sociedad en general. Cada minuto que pasa sin noticias de la pequeña intensifica la preocupación, especialmente considerando la presencia de un hombre adulto, Jesús Salvador Morales Ortiz, con quien fue vista por última vez. Su conducta, descrita como “negativa” por las autoridades, añade un matiz ominoso al caso y alimenta el temor de que Sherly pueda estar en grave peligro.
La imagen de Sherly, con su tez morena, cabello castaño oscuro y lacio, y ojos café oscuro, se ha multiplicado en carteles, noticias y redes sociales. La cicatriz en su barbilla, una marca distintiva que la hace única, se ha convertido en un símbolo de esperanza, un detalle que podría ser clave para su reconocimiento. La descripción detallada de sus características físicas, su estatura de 1.50 metros y sus 52 kilogramos de peso, se repiten una y otra vez con la urgencia de quien se aferra a la posibilidad de un avistamiento, de una pista que conduzca a su paradero.
La colonia San Carlos, donde Sherly fue vista por última vez dentro de su domicilio, se ha convertido en el epicentro de la desesperación. Vecinos y familiares recorren las calles con la mirada fija en cada rincón, buscando cualquier indicio que pueda arrojar luz sobre su desaparición. La incertidumbre se palpa en el ambiente, un silencio cargado de preguntas sin respuesta. ¿Qué ocurrió dentro de esa casa? ¿Hacia dónde se dirigieron Sherly y el hombre que la acompañaba? ¿Por qué la Fiscalía considera su conducta “negativa”? Estas interrogantes resuenan en la mente de todos, alimentando la angustia y la necesidad imperiosa de encontrarla.
La Alerta Amber, activada el 6 de julio de 2025, es un llamado a la solidaridad, una petición desesperada de ayuda a la sociedad. La fotografía de Jesús Salvador Morales Ortiz, difundida junto a la de Sherly, se ha convertido en un rostro que todos deben memorizar. Las autoridades insisten en la importancia de la colaboración ciudadana, cualquier información, por pequeña que parezca, podría ser crucial para dar con su paradero. Se insta a la población a no acercarse a él, a mantener la distancia y reportar cualquier avistamiento de inmediato. La precaución es fundamental, la seguridad de todos, especialmente la de Sherly, es la prioridad.
El caso de Sherly resuena con mayor intensidad en un contexto marcado por la reciente tragedia de Keila Nicole Duarte Acevedo, la menor encontrada sin vida en San Quintín. La violencia que segó la vida de Keila ha dejado una profunda herida en la comunidad, un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de los niños y la necesidad de redoblar esfuerzos para protegerlos. La similitud de ambos casos, la desaparición de dos menores en un corto periodo de tiempo, genera una ola de indignación y exige respuestas contundentes por parte de las autoridades.
Mientras la búsqueda de Sherly continúa contra reloj, la esperanza se mantiene viva. La solidaridad de la comunidad, la difusión masiva de la Alerta Amber y el trabajo incansable de las autoridades son las armas con las que se lucha contra la desesperación. Cada llamada al 911, cada denuncia anónima al 089, cada correo electrónico enviado a [email protected], representa una posibilidad, una luz en medio de la oscuridad. Baja California entera espera el regreso de Sherly, anhela el momento en que pueda volver a casa sana y salva.
Fuente: El Heraldo de México