La adrenalina se palpaba en el ambiente del Autódromo Monterrey, en el circuito conocido como "El Frijol". La octava fecha de la NASCAR México Series prometía emociones fuertes y vaya si las cumplió. Alessandros Racing, con la garra que los caracteriza, protagonizó una remontada épica que quedará grabada en la memoria de los aficionados. Rubén Rovelo, al volante del #28, demostró una vez más su maestría en la pista, convirtiendo una situación adversa en un triunfo moral.

Imaginen la escena: el rugir de los motores, la tensión en los boxes, el #28 de Rovelo, adornado con los colores de Heraldo Media Group, Grupo Andrade, Fipresta, Global Jet Set y Gestomex, relegado al final de la parrilla. Una falla mecánica detectada en el último momento, cuando el auto ya estaba incautado, obligó a los mecánicos a una intervención de emergencia. La sanción fue inevitable: partir desde la última posición. Un golpe duro, sin duda, pero no suficiente para minar el espíritu de lucha del equipo.

Desde el inicio de la carrera, Rovelo, con la precisión de un cirujano, fue escalando posiciones. Con cada rebase, la esperanza renacía en el box de Alessandros Racing. 50 vueltas de infarto en la primera etapa, sorteando roces y defendiendo la posición con uñas y dientes. Un octavo lugar en el primer stage, que supo a gloria. La parada en boxes, una obra de arte de precisión y rapidez, devolvió a Rovelo a la pista con un auto renovado, listo para la batalla final.

La segunda etapa fue un recital de manejo ofensivo. Rovelo, con la mirada fija en el podio, fue ganando terreno a un ritmo vertiginoso. En la vuelta 75, el #28 ya estaba en el tercer puesto. La emoción era palpable. Los duelos se sucedían, rueda a rueda, hasta que en la vuelta 84, con una maniobra magistral, Rovelo se adueñó del segundo lugar.

El tiempo se agotaba, pero la ambición de Rovelo seguía intacta. Buscó el rebase definitivo, la punta de la carrera, con la misma determinación que lo había llevado desde el fondo de la parrilla hasta el segundo puesto. El reloj, implacable, marcó el final de la carrera. No pudo ser la victoria, pero el segundo puesto, conseguido tras una remontada histórica, tuvo sabor a triunfo. Un resultado que inyecta una dosis extra de motivación al equipo de cara a los playoffs.

Las palabras de Rovelo al finalizar la carrera resumen el espíritu de Alessandros Racing: "Partir del final y llegar segundo es un gran resultado, no satisfechos, pero fue una gran decisión de Alessandros Racing sacar el auto (del incauto) para arreglar la falla. Es hora de seguir trabajando y lo que queremos es ganar para obtener nuestro pase a los Playoffs y nuestra última oportunidad es en Puebla".

En la categoría Challenge, la fortuna no sonrió al equipo. Helio Meza, quien había conseguido la pole position en la mañana, sufrió varios percances durante la carrera que lo relegaron a la quinta posición. Eliud Treviño, con el #26, finalizó en la sexta posición. Una jornada agridulce para Alessandros Racing, con la satisfacción del podio de Rovelo y la decepción de la Challenge. La mirada está puesta en Puebla, la última oportunidad para sellar el pase a los Playoffs. La emoción está servida.