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6 de julio de 2025 a las 18:10

Lluvias salvan a estos estados de la sequía

La inesperada bendición de las lluvias torrenciales y los ciclones tropicales ha transformado el árido paisaje de varios estados mexicanos, ofreciendo un respiro a la prolongada sequía que los azotaba. El Monitor de Sequía de México, en un informe reciente, revela un cambio drástico en el panorama hídrico nacional. Mientras que a mediados de junio más de la mitad del país se encontraba bajo los efectos de la sequía, a finales del mismo mes, la cifra se ha reducido a un 36.2%, una disminución significativa que da cuenta del impacto de las precipitaciones.

Este cambio radical, impulsado por la fuerza de la naturaleza, nos invita a reflexionar sobre la compleja relación entre el clima y la vida en nuestro país. Las tormentas, a menudo vistas como fuerzas destructivas, han demostrado en esta ocasión su poder regenerador, reviviendo tierras sedientas y ofreciendo esperanza a las comunidades afectadas. La llegada de la Tormenta Tropical Dalia y el Huracán Flossie, junto con el paso del Huracán Érick y la Tormenta Tropical Barry, han sido clave en este proceso de recuperación. Sus trayectorias cercanas a las costas mexicanas, si bien representaron un riesgo, trajeron consigo la tan ansiada lluvia, rellenando ríos, recargando acuíferos y pintando de verde los campos que antes lucían secos y agrietados.

El informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) detalla cómo las precipitaciones, por encima del promedio en gran parte del territorio, han logrado mitigar la sequía severa en varios estados. Este alivio, sin embargo, no debe interpretarse como el fin de la crisis. La situación sigue siendo delicada y requiere de una gestión responsable del agua para asegurar su disponibilidad a largo plazo. Si bien celebramos la disminución de las zonas afectadas por la sequía extrema y excepcional, es fundamental mantener la vigilancia y la prevención, conscientes de la volatilidad del clima.

La experiencia de estos últimos meses nos recuerda la importancia de la adaptación y la resiliencia frente a los desafíos ambientales. Las lluvias, aunque benéficas en esta ocasión, también pueden representar un peligro si no se cuenta con la infraestructura adecuada para su manejo. Es necesario invertir en sistemas de captación y almacenamiento de agua, así como en la modernización de los sistemas de riego, para aprovechar al máximo este recurso vital y minimizar los riesgos de inundaciones.

Más allá de las cifras y los porcentajes, las historias de las comunidades que han visto sus campos reverdecer y sus pozos recargarse son un testimonio del poder transformador de la naturaleza. La llegada de las lluvias ha traído consigo no solo agua, sino también esperanza y la promesa de un futuro más próspero. Sin embargo, la lucha contra la sequía no ha terminado. Es un desafío continuo que exige la colaboración de todos los sectores de la sociedad, desde las autoridades hasta los ciudadanos, para garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras. La naturaleza nos ha dado un respiro, ahora nos toca a nosotros aprovecharlo con responsabilidad.

Fuente: El Heraldo de México