
7 de julio de 2025 a las 01:40
Freno al cobro de piso: Nueva estrategia vs. extorsión
La extorsión, una sombra que acecha a miles de mexicanos, finalmente enfrenta una ofensiva directa por parte del Gobierno Federal. En un anuncio que promete un respiro a la ciudadanía, el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, desveló una ambiciosa estrategia nacional contra este delito, priorizando inicialmente ocho entidades que concentran el 66% de las denuncias, una cifra alarmante que evidencia la urgencia de la situación.
Esta iniciativa, más que una simple reacción, se presenta como un plan integral y multifacético. No se trata solo de perseguir a los extorsionadores, sino de desmantelar las redes que operan dentro y fuera de los centros penitenciarios, atacando el problema desde su raíz. Uno de los pilares fundamentales es la habilitación de la línea 089, un número telefónico exclusivo para denunciar extorsiones a nivel nacional, brindando así una herramienta accesible y confidencial a la población. Imaginen la tranquilidad de saber que existe un canal directo para reportar este delito sin temor a represalias, un paso crucial para empoderar a las víctimas y romper el ciclo de silencio que a menudo perpetúa la impunidad.
La mención de operativos en los Centros de Reinserción Social para decomisar teléfonos celulares, pone de manifiesto la determinación de las autoridades para cortar las comunicaciones que permiten orquestar extorsiones desde el interior de las prisiones. Este es un punto neurálgico, ya que muchas veces las llamadas intimidatorias provienen precisamente de estos recintos. La promesa de una mayor coordinación con las Unidades Antiextorsión de las fiscalías locales también es un elemento clave. Se busca una sinergia entre las diferentes instancias de seguridad, un trabajo conjunto que permita compartir información, recursos y estrategias para maximizar la efectividad de la lucha contra la extorsión.
Pero la estrategia va más allá de la acción reactiva. El Secretario García Harfuch hizo hincapié en la importancia de la inteligencia y la investigación para generar detenciones. Esto implica un cambio de paradigma, pasando de la simple respuesta a las denuncias a una labor proactiva que busca identificar, desarticular y prevenir las operaciones de las bandas dedicadas a la extorsión. Se trata de anticiparse a sus movimientos, de entender sus métodos y de golpear sus estructuras antes de que puedan causar más daño.
La implementación de cinco protocolos específicos, cuyos detalles aún no han sido revelados en su totalidad, añade otra capa de complejidad y sofisticación a esta estrategia. Es de esperar que estos protocolos abarquen diferentes modalidades de extorsión, desde las llamadas telefónicas intimidatorias hasta las amenazas a través de redes sociales, adaptándose a las constantes evoluciones de este delito.
El camino por delante es sin duda desafiante. La extorsión es un problema complejo con raíces profundas en la sociedad. Sin embargo, la decisión del gobierno de enfrentarlo con una estrategia integral y coordinada, que involucra a diferentes niveles de gobierno y se centra tanto en la prevención como en la persecución del delito, representa un paso firme en la dirección correcta. La esperanza es que esta iniciativa, con el apoyo y la participación ciudadana, logre devolver la tranquilidad a las calles y construir un México más seguro para todos.
Fuente: El Heraldo de México