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6 de julio de 2025 a las 18:20

El Regalo Millonario del Narco a Chávez

La sombra del narcotráfico vuelve a cernirse sobre la familia Chávez, esta vez con la detención de Julio César Chávez Jr. en Estados Unidos. Mientras las investigaciones avanzan, resuenan con fuerza las declaraciones del legendario boxeador sobre sus vínculos con figuras prominentes del crimen organizado mexicano. En una entrevista que dejó a muchos boquiabiertos, Chávez padre confesó haber recibido regalos exorbitantes de manos de capos de la talla del Chapo Guzmán, Amado Carrillo, Ismael Zambada y los hermanos Arellano Félix.

El campeón relató cómo estos encuentros se daban, a menudo a petición de los propios narcotraficantes, quienes enviaban por él para llevarlo a sus dominios. A pesar de la cercanía con estas figuras, Chávez aseguró nunca haber participado en sus actividades ilícitas. Sin embargo, las anécdotas sobre los obsequios recibidos pintan un cuadro complejo y fascinante.

Entre los regalos más llamativos se encuentran unos guantes, posiblemente un dije para collar, obsequiados por Francisco Rafael Arellano Félix, valuados en la impresionante cifra de 80 mil dólares, equivalentes a casi un millón y medio de pesos mexicanos. Un lujo desmedido que el boxeador aún conserva. Pero este no fue un caso aislado. Chávez confesó haber recibido una lluvia de diamantes, relojes y otros objetos de gran valor por parte de diversos capos, quienes buscaban agasajarlo y mantenerlo cerca.

"Me regalaban droga, muchos diamantes, relojes. ‘Agárralo, cabrón’, pues lo agarraba. Tengo varios, joyas…", recordó el César del Boxeo con una franqueza que desarmó a muchos. Estas declaraciones no solo revelan la magnitud de los regalos, sino también la dinámica de poder y la cultura de excesos que rodea al mundo del narcotráfico.

La confesión de Chávez sobre el origen de sus problemas con las adicciones añade otra capa de complejidad a la historia. El boxeador admitió que nunca tuvo que comprar drogas, ya que siempre le eran obsequiadas. Su rutina, marcada por el consumo excesivo de alcohol desde primera hora de la mañana, lo llevó a múltiples sobredosis, algunas incluso dentro de centros de rehabilitación, donde seguía recibiendo droga a pesar de estar internado.

El caso de Julio César Chávez Jr. reabre el debate sobre la relación entre el deporte y el crimen organizado en México. Las declaraciones de su padre, aunque conocidas desde hace tiempo, adquieren una nueva relevancia en este contexto. La historia de la leyenda del boxeo, marcada por la gloria deportiva y la sombra del narcotráfico, sigue generando controversia y fascinación a partes iguales. ¿Fue Chávez una víctima de las circunstancias o un cómplice pasivo? La respuesta, como tantas otras en esta historia, permanece envuelta en un halo de misterio. Lo que es innegable es que el testimonio del campeón ofrece una ventana inquietante al oscuro mundo del narco y sus tentáculos, que a veces alcanzan incluso a las figuras más icónicas del deporte nacional.

Fuente: El Heraldo de México