La escena ha dado la vuelta al mundo: Enrique Iglesias y Emilia Mernes en el escenario del Granca Live Fest, interpretando el icónico "Héroe". Lo que parecía un dueto de ensueño, un momento para atesorar en la memoria de ambos artistas y sus fans, se transformó en la chispa que incendió las redes sociales. Un beso, o la intención de uno, de Iglesias a Mernes, desató una ola de controversia que aún resuena en el ciberespacio.

Las imágenes, diseminadas a la velocidad de la luz, muestran a un Enrique Iglesias acercándose a Emilia, tomándola primero de los brazos y luego del rostro, en un gesto que muchos interpretaron como el preludio de un beso en la mejilla. Sin embargo, la reacción de la cantante argentina, captada por las cámaras y amplificada por la lupa digital, habla de otra historia. Una sonrisa nerviosa, un intento de apartarse, una expresión que, para muchos internautas, gritaba incomodidad a los cuatro vientos.

La polémica se expandió como la pólvora. Las redes sociales, convertidas en un improvisado tribunal popular, se llenaron de comentarios que iban desde la crítica más mesurada hasta la condena más rotunda. "Claramente estaba incómoda", "Un espanto", "El tipo se pasó", "Que falta de respeto", "Se le ve súper incómoda", son solo algunas de las frases que inundaron Twitter, Instagram y Facebook. Muchos cuestionaron la actitud del cantante español, reprochándole la falta de sensibilidad y el abuso de poder implícito en un gesto no consentido. Otros, en cambio, minimizaron el incidente, atribuyéndolo a la efusividad del momento y a la costumbre de Iglesias de mostrar su afecto de manera pública.

En medio del huracán digital, Emilia Mernes intentó calmar las aguas con una publicación en Instagram, agradeciendo a Enrique Iglesias la invitación a compartir el escenario. "Gracias de corazón Enrique por invitarme a compartir este momento tan increíble", escribió la artista argentina, acompañando sus palabras con una serie de fotografías del evento. Sin embargo, la publicación, lejos de aplacar la polémica, pareció avivarla aún más. Ante la avalancha de comentarios negativos dirigidos a Iglesias, Mernes optó por borrar el post, dejando un silencio que muchos interpretaron como una confirmación tácita de la incomodidad vivida en el escenario.

Por su parte, Enrique Iglesias, ajeno al fuego cruzado en las redes, también publicó un video agradeciendo a Emilia su participación en el concierto. Sin embargo, el cantante español evitó hacer cualquier referencia a la controversia, dejando el incidente en el aire, como una nota discordante en una noche que prometía ser memorable. El silencio de ambos artistas, lejos de cerrar el capítulo, ha alimentado aún más las especulaciones y los debates en torno a los límites del afecto en el espacio público y la importancia del consentimiento en cualquier interacción, por más efímera que sea. La pregunta que queda flotando en el aire es si este incidente, más allá del ruido mediático, servirá para generar una reflexión más profunda sobre el respeto y la importancia de escuchar y respetar las señales, verbales y no verbales, de quienes nos rodean.