
6 de julio de 2025 a las 23:50
Chihuahua rescata a hombre de glaciar
Un escalofriante paseo dominical por los imponentes glaciares suizos se convirtió en una lucha por la supervivencia para un senderista, cuya vida quedó suspendida en el hilo frágil de una grieta helada. Afortunadamente, en este drama alpino, un héroe inesperado emergió de las sombras: su fiel compañero chihuahua.
El pasado domingo 6 de julio, la tranquilidad de la comuna de Saas-Fee se vio interrumpida por un llamado de auxilio que resonó a través de las ondas. Un hombre, cuya identidad permanece aún velada, se precipitó en las entrañas de un glaciar, quedando atrapado a ocho metros de profundidad en una fractura traicionera. El vasto manto blanco, aparentemente inmutable, se había transformado en una trampa mortal.
Aislado y vulnerable, el hombre aferrado a la vida, recurrió a la única herramienta a su alcance: un "walkie-talkie", parte de su equipo de aficionado. Con la esperanza como último recurso, emitió una señal de socorro, una plegaria lanzada al vacío. La fortuna, disfrazada de casualidad, quiso que alguien en la proximidad captara el débil mensaje. La cadena de la supervivencia se había activado.
La alerta llegó rápidamente a los oídos de los rescatistas de Air Zermatt, quienes, con la precisión y la velocidad que caracteriza a estos ángeles guardianes de la montaña, desplegaron un helicóptero con tres valientes a bordo. La carrera contra el tiempo había comenzado.
La tarea no era sencilla. El glaciar, un coloso de hielo, se extendía implacablemente ante los rescatistas. La grieta, una cicatriz profunda en el manto blanco, se ocultaba con perversa astucia. "El glaciar era extenso y el agujero difícil de encontrar", confesaron posteriormente los miembros del equipo de rescate, operando en el desafiante cantón de Valais.
En medio de la desesperanza, un pequeño punto de color marrón y blanco se movió en el borde del abismo. Era el chihuahua del senderista, un guardián incansable que se negaba a abandonar a su dueño. Ladrando con una determinación que contrastaba con su diminuto tamaño, el pequeño can guió a los rescatistas hacia el lugar exacto del accidente. Su lealtad incondicional, su amor inquebrantable, se convirtieron en la brújula que marcó el camino hacia la salvación.
"Probablemente salvó la vida de su dueño", afirmaron conmovidos los rescatistas. El chihuahua, con su valentía instintiva, había logrado lo que la tecnología y la experiencia humana, por sí solas, no hubieran podido. "Gracias al comportamiento del perro, el equipo pudo determinar el lugar exacto del accidente", confirmó Air Zermatt en un comunicado que rápidamente dio la vuelta al mundo, convirtiendo a este pequeño héroe en una leyenda viviente.
Con la precisión de cirujanos, los rescatistas descendieron en rapel hasta la grieta, donde el senderista esperaba con la angustia grabada en el rostro. Tras una delicada maniobra, lograron izarlo a la superficie, poniendo fin a su angustiosa odisea.
El hombre, acompañado de su fiel salvador, fue trasladado por vía aérea al hospital Visp, en el suroeste de Suiza. Allí, mientras recibe la atención médica necesaria, seguramente reflexionará sobre la fragilidad de la vida y el inmenso valor de la amistad, una lección aprendida en las gélidas alturas de los Alpes suizos, gracias al coraje de un pequeño chihuahua con un corazón gigante. Esta historia, que ha conmovido al mundo entero, nos recuerda que la lealtad y el amor, a veces, vienen en paquetes pequeños pero con una fuerza capaz de desafiar a la naturaleza misma.
Fuente: El Heraldo de México