
5 de julio de 2025 a las 17:55
Vecinos unidos contra la violencia en La Roma y Condesa
El viernes 4 de julio de 2025, la tranquilidad habitual de las colonias Roma y Condesa se vio interrumpida por una marcha contra la gentrificación que desembocó en actos vandálicos. Vidrios rotos de comercios, restaurantes e incluso viviendas particulares fueron el saldo de una tarde que dejó a muchos vecinos consternados y preocupados por la escalada de violencia. A través de redes sociales, la voz colectiva de los residentes se alzó con un mensaje claro y contundente: el rechazo absoluto a la violencia.
La cuenta de redes sociales "Colonia Roma", un punto de encuentro virtual para los habitantes de la zona, se convirtió en el altavoz de la indignación vecinal. "Los vecinos de Roma-Condesa rechazamos la violencia ocurrida hoy durante “la protesta” contra la #gentrificación", expresaba el comunicado, remarcando la disociación entre la causa –la gentrificación, un tema complejo y sensible– y la forma elegida para manifestarse. "Como habitantes de la zona, exigimos a las autoridades garantizar la seguridad de todas y todos. Las causas pueden ser legítimas, pero la violencia nunca lo será", continuaba el mensaje, poniendo de manifiesto la preocupación por la seguridad en sus calles y la convicción de que la violencia no es el camino para lograr ningún objetivo.
Este incidente ha reabierto el debate sobre la gentrificación en estas emblemáticas colonias de la Ciudad de México. Si bien muchos vecinos reconocen y comparten la preocupación por el desplazamiento de residentes, el aumento de precios y la transformación del tejido social, la gran mayoría condena enérgicamente los actos vandálicos. "No se puede luchar contra un problema generando otro", comentaba una vecina en respuesta al comunicado de la colonia. "Entendemos la frustración, pero esto no ayuda a nadie, solo genera miedo e inseguridad", añadía otra.
La gentrificación es un fenómeno complejo con múltiples aristas. Por un lado, atrae inversión, renueva infraestructuras y revitaliza zonas urbanas. Por otro, provoca el desplazamiento de los residentes tradicionales, incrementa el costo de vida y homogeniza la identidad cultural de los barrios. Encontrar un equilibrio entre el desarrollo urbano y la preservación del tejido social es un desafío que requiere diálogo, planificación y la participación activa de todos los actores involucrados: residentes, autoridades, desarrolladores e inversionistas.
La pregunta que resuena ahora en las calles de la Roma y la Condesa es ¿cómo canalizar el descontento social de forma constructiva? ¿Cómo abordar el problema de la gentrificación sin recurrir a la violencia? La respuesta, según muchos vecinos, está en el diálogo, la organización comunitaria y la búsqueda de soluciones pacíficas. Se necesita una mesa de diálogo donde se escuchen todas las voces, donde se puedan debatir las diferentes perspectivas y se construyan soluciones conjuntas que beneficien a todos los habitantes de la zona, preservando la identidad y el espíritu de estos barrios tan queridos. La violencia, en cambio, solo genera más violencia y aleja la posibilidad de encontrar un camino común hacia un futuro mejor. El futuro de la Roma y la Condesa se construye con diálogo, no con cristales rotos.
Fuente: El Heraldo de México