La sombra de la duda se disipa ante la crudeza de las imágenes. Un video, captado por una cámara de seguridad en la intersección de Roosevelt y Cabildo, en el corazón del barrio porteño de Belgrano, desmiente la versión inicial de Magdalena Angarola, de 40 años, quien alegaba el suicidio de su pareja, un hombre de 33 años. Las imágenes, difundidas por Vía Szeta y replicadas con estupor en diversos medios nacionales, muestran una escena estremecedora: una discusión que escala rápidamente a un forcejeo, culminando con Angarola asestando una puñalada a su compañero. La frialdad del acto, registrado a plena luz de la noche en una concurrida vía pública, contrasta dramáticamente con el intento de la mujer por encubrir el crimen bajo la máscara del suicidio.

Este trágico episodio no solo conmociona por su violencia, sino también por los antecedentes que lo rodean. Fuentes policiales revelan que Angarola cuenta con un historial de 12 causas en curso, incluyendo cargos por robo y otros delitos. Asimismo, se investiga su posible vinculación con el consumo de sustancias estupefacientes, un factor que podría haber contribuido a la desestabilización emocional que desembocó en el fatal desenlace.

Vecinos del barrio de Belgrano, aún conmocionados por el suceso, describen una relación tormentosa entre la pareja. Testimonios recogidos por la prensa local relatan episodios recurrentes de violencia doméstica, con intervenciones policiales frecuentes en el domicilio que compartían. Las peleas, según los vecinos, eran un triste denominador común en la vida de la pareja, un ciclo de agresiones que lamentablemente culminó en tragedia.

Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, la autopsia del hombre de 33 años será crucial para determinar con precisión la causa de muerte y corroborar la información obtenida a través del video. La fiscalía a cargo del caso se encuentra analizando las pruebas recolectadas, incluyendo el video y los testimonios de los vecinos, para esclarecer las circunstancias que rodearon el crimen y definir la situación legal de Magdalena Angarola.

Este caso, que ha conmocionado a la sociedad argentina, reabre el debate sobre la violencia de género y la importancia de la atención y prevención en casos de parejas con un historial de conflictos. La tragedia ocurrida en Belgrano sirve como un crudo recordatorio de la necesidad de fortalecer las redes de apoyo y los recursos disponibles para las víctimas de violencia doméstica, así como de la urgencia de abordar las causas subyacentes que alimentan este tipo de situaciones. La justicia, ahora, tiene la palabra.