
Inicio > Noticias > Seguridad Infantil
5 de julio de 2025 a las 00:05
Tragedia: Bebé fallece por ácido
La tragedia ha enlutado a Piedras Negras, Coahuila. Un niño de tan solo dos años perdió la vida tras ingerir accidentalmente un químico corrosivo utilizado para la limpieza de aires acondicionados. El silencio que solía reinar en la colonia Ramón Bravo se rompió con la desgarradora noticia que rápidamente se extendió como un reguero de pólvora por toda la comunidad. La noche del miércoles 2 de julio, mientras el pequeño se encontraba en su domicilio, la fatalidad se cruzó en su camino. El acceso sin supervisión a un producto químico de alta peligrosidad, habitualmente utilizado por su padre en su trabajo de mantenimiento de aires acondicionados, se convirtió en una trampa mortal. Imaginen la escena: un niño, lleno de curiosidad, explorando su entorno, encontrándose con un recipiente que contenía un líquido aparentemente inofensivo. Un instante de descuido, un error fatal, y la vida de este pequeño se vio truncada para siempre.
La angustia se apoderó de la familia al percatarse de lo ocurrido. De inmediato, trasladaron al pequeño a la clínica número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Allí, el personal médico luchó incansablemente por salvar su vida, pero la gravedad de las lesiones internas causadas por el químico corrosivo resultó irreversible. La mañana del jueves 3 de julio, alrededor de las 7:00 horas, el corazón del pequeño dejó de latir, sumiendo a la familia en un dolor inconmensurable. La confirmación de la devastadora noticia por parte de Rigoberto Rodríguez Ríos, delegado de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la región norte, fue un golpe devastador para toda la comunidad.
Ahora, la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar si existió negligencia por parte de los padres o tutores. La pregunta que resuena en la mente de todos es ¿cómo pudo ocurrir semejante tragedia? ¿Dónde estaba la supervisión adulta que debería haber protegido a este pequeño de los peligros que acechan en el hogar?
Este caso ha generado una profunda consternación en Coahuila, reavivando el debate sobre la importancia de mantener productos químicos peligrosos fuera del alcance de los niños. Las autoridades reiteran el llamado a la prevención, recordando que la seguridad de los más pequeños es responsabilidad de todos.
Es fundamental comprender la gravedad de tener este tipo de sustancias al alcance de los niños. Los químicos corrosivos, como el utilizado en este caso, pueden causar quemaduras devastadoras en la boca, garganta, esófago y estómago. El dolor intenso, la dificultad para respirar y tragar, el vómito con sangre, son solo algunos de los síntomas que pueden presentarse tras la ingesta de estas sustancias. En muchos casos, las lesiones internas son tan graves que pueden provocar perforaciones en los órganos, llevando a la muerte, como lamentablemente ocurrió con este pequeño.
Incluso si la víctima sobrevive, las secuelas pueden ser permanentes e incapacitantes. Cicatrices internas, estrechamiento del esófago, dificultades para alimentarse y un mayor riesgo de cáncer esofágico son algunas de las consecuencias que pueden marcar la vida de quien sufre este tipo de accidente.
Ante la sospecha de ingesta de un producto químico corrosivo, es crucial actuar con rapidez y serenidad. No se debe provocar el vómito ni administrar líquidos sin indicación médica, ya que esto podría empeorar la situación. Lo primero que se debe hacer es llamar a los servicios de emergencia y seguir las instrucciones del personal médico. La prevención es la clave para evitar estas tragedias. Almacenar los productos químicos peligrosos en lugares seguros, fuera del alcance de los niños, y educarlos sobre los riesgos que representan, son medidas fundamentales para proteger la vida de los más pequeños. La memoria de este niño de dos años debe servir como un recordatorio constante de la importancia de la responsabilidad y la prevención.
Fuente: El Heraldo de México