
5 de julio de 2025 a las 01:15
Narcoavioneta cae en Colima
El narcotráfico, una lacra que se extiende como una sombra sobre nuestra nación, ha sufrido un nuevo revés gracias a la incansable labor de las fuerzas de seguridad mexicanas. En un operativo conjunto, digno de las mejores películas de acción, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR) y el ojo vigilante del Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI), han logrado interceptar una aeronave cargada con cocaína y detener a tres individuos presuntamente vinculados al crimen organizado.
La operación, que se desarrolló con la precisión de un reloj suizo, comenzó a cientos de kilómetros de nuestras fronteras. El CENAVI, cual águila oteando el horizonte, detectó una aeronave sospechosa aproximándose desde el sur, a 200 kilómetros de San Salvador, El Salvador. Su vuelo errático, saltándose las normas aeronáuticas como si fueran simples sugerencias, encendió las alarmas. No se trataba de un simple despiste, era una clara señal de que algo turbio se avecinaba.
De inmediato, la maquinaria de la justicia se puso en marcha. Desde dos bases aéreas, seis aviones y un helicóptero despegaron con la misión de interceptar al intruso. Simultáneamente, en tierra, efectivos de seguridad se desplegaron en Colima, especialmente en zonas propensas a ser utilizadas como pistas de aterrizaje clandestinas. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
La aeronave, ajena al cerco que se le tendía, continuó su curso hasta aterrizar en una pista improvisada cerca de Tecomán, Colima. Allí, los esperaba la justicia. Los tres tripulantes fueron aprehendidos sin oponer resistencia, y en el interior de la aeronave se encontraron 11 paquetes que ocultaban un tesoro maldito: 427 kilos de cocaína, suficiente para envenenar las calles y destruir innumerables vidas. El valor estimado de la droga incautada asciende a la asombrosa cifra de 95.8 millones de pesos, un duro golpe a las finanzas del narcotráfico.
A los detenidos se les informaron sus derechos, tal y como lo marca la ley. Junto con la droga, fueron puestos a disposición del Ministerio Público, quien se encargará de determinar su situación legal y llevarlos ante la justicia. Este es un paso crucial en la lucha contra la impunidad, demostrando que nadie está por encima de la ley, sin importar la magnitud de sus delitos.
Este exitoso operativo no es un hecho aislado, sino el resultado de la constante colaboración y el compromiso inquebrantable de las instituciones que conforman el Gabinete de Seguridad. Es una muestra palpable de que la unión hace la fuerza y de que, trabajando juntos, podemos arrebatarle terreno al crimen organizado y construir un México más seguro para todos. La lucha contra el narcotráfico es una maratón, no una carrera de velocidad, y cada victoria, por pequeña que parezca, nos acerca un paso más a la meta.
Este decomiso, además de su impacto económico, envía un mensaje claro a los criminales: México no es tierra fértil para sus negocios ilícitos. La vigilancia es constante, la respuesta es contundente y la justicia, tarde o temprano, llega. La batalla continúa, pero con cada golpe asestado a las redes del narcotráfico, renovamos nuestra esperanza en un futuro libre de la sombra del crimen.
Fuente: El Heraldo de México