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5 de julio de 2025 a las 02:00

Lluvia récord azota Torreón

El rugido del agua aún resuena en los oídos de Edna Meza. No era el familiar sonido de la lluvia torrencial golpeando el techo, sino un bramido sordo, profundo, que anunciaba una fuerza descomunal. "Como si la tierra misma se estuviera abriendo", recuerda con la mirada perdida en el agujero que la furia del agua esculpió en la pared de su casa, en la colonia Morelos. Allí, por ese boquete oscuro y húmedo, se coló la desesperanza, llevándose consigo los pocos bienes materiales que esta familia poseía. El martes 2 de julio quedará grabado en sus memorias no como un día cualquiera, sino como el día en que lo perdieron todo.

La violencia con la que el agua irrumpió en su hogar obligó a sus hijos a escapar por la azotea, una imagen que a Edna le retuerce el corazón. Si bien se encuentran a salvo, la angustia persiste. La marca del agua, a más de metro y medio de altura, es un testimonio brutal de la ferocidad de la tromba. Colchones empapados, ropa embarrada, electrodomésticos inservibles. Un panorama desolador que contrasta con la entereza de Edna, quien a pesar del golpe, no se rinde. Con las manos encallecidas por el trabajo y ahora también por remover el lodo, pide ayuda, no para ella, sino para sus hijos, para su familia, que ahora se refugia en casa del abuelo, bajo la sombra de la incertidumbre.

El subsecretario de Protección Civil de Coahuila, Ramiro Durán, confirmó la magnitud del desastre. 65 milímetros de lluvia en apenas tres horas. Una cifra que impresiona, que equivale a una cuarta parte de la precipitación anual de la región. Aunque no se ha declarado estado de emergencia, los daños son evidentes, palpables, en cada rincón de la colonia Morelos, una zona que, por su ubicación geográfica, se ha convertido en un blanco recurrente de las inclemencias del tiempo. La tierra acumulada en el canal de desagüe, la insuficiente capacidad del cauce, la fuerza implacable de la naturaleza… Un cóctel explosivo que una vez más ha puesto en jaque a esta comunidad.

Las motobombas zumban sin cesar, luchando contra la acumulación de agua. Militares y personal de diversas dependencias municipales y estatales trabajan a contrarreloj, evaluando los daños, despejando las calles, brindando apoyo a las familias afectadas. Fernando Villarreal, director de Servicios Públicos Municipales, describe el despliegue de doce cuadrillas en las zonas más afectadas: Buenos Aires, Polvorera, JR Mijares, Morelos… La prioridad es liberar las rutas naturales del agua, anticiparse a las lluvias que aún se pronostican. El agua baja con furia desde las montañas, atravesando colonias como Nuevo México y Primero de Mayo, arrastrando consigo todo lo que encuentra a su paso, dejando a su paso una estela de destrucción. Carros varados, pavimento dañado, y un agujero en la pared de la casa de Edna, un recordatorio permanente de la fuerza de la naturaleza.

Afortunadamente, la solidaridad no se ha hecho esperar. Aunque se habilitó un refugio temporal, las familias afectadas, como la de Edna, han preferido refugiarse con familiares y amigos, una muestra del fuerte tejido social que caracteriza a esta comunidad. La coordinación entre las distintas dependencias municipales y estatales permite mantener una vigilancia constante y garantizar una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad.

Pero para Edna y su familia, la verdadera batalla comienza ahora. Volver al trabajo, afrontar los gastos imprevistos, reconstruir su hogar, su vida, desde cero. Una tarea titánica que requiere más que palabras de aliento. Requiere manos solidarias, manos que ayuden a levantar los escombros, manos que les permitan recuperar la esperanza. Desde El Heraldo La Laguna, se ha habilitado un centro de acopio para apoyar a la familia Meza y a otras familias afectadas. Se necesitan alimentos no perecederos, ropa, artículos de higiene personal, materiales de construcción… Cualquier ayuda, por pequeña que parezca, será un bálsamo para estas familias que lo han perdido todo, un rayo de luz en medio de la oscuridad. Acérquese a nuestras oficinas en bulevar Independencia 2120 oriente, despacho 303 en el edificio Obeso. Su solidaridad puede marcar la diferencia.

Fuente: El Heraldo de México