La vocación de servicio de la policía de la Ciudad de México se ha manifestado de una manera conmovedora y vital en lo que va del año. Más allá de las labores de seguridad cotidianas, nuestros oficiales se han convertido en inesperados ángeles de la guarda para 13 mujeres en labor de parto, asistiendo a 11 de ellas en el nacimiento de sus bebés. Imaginen la escena: el caos del tráfico citadino, la intimidad de un hogar, o incluso la frenética actividad del Metro, transformándose en improvisadas salas de parto gracias a la rápida y eficaz intervención de estos servidores públicos.

Álvaro Obregón se destaca como la alcaldía con mayor número de intervenciones, con cuatro casos registrados. Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc le siguen de cerca con dos atenciones cada una, mientras que Azcapotzalco, Venustiano Carranza y Miguel Hidalgo han sido escenario de un nacimiento asistido por la policía. Lo más destacable es la transversalidad de esta ayuda, proveniente de diferentes cuerpos policiales: sectoriales, Policía Bancaria e Industrial (PBI), y Policía Auxiliar (PA), todos unidos por un mismo propósito: brindar apoyo en un momento crucial.

Uno de los casos más impactantes involucró a un bebé prematuro de tan solo 33 semanas de gestación, nacido gracias a la coordinada labor de policías bancarios y paramédicos del ERUM. La rápida atención y el traslado inmediato al hospital fueron vitales para la salud de la madre y el recién nacido, demostrando la importancia de la preparación y la capacidad de reacción de nuestros cuerpos de seguridad.

Las calles de la Ciudad de México han sido testigos de momentos extraordinarios. Imaginen a una joven dando a luz dentro de un taxi en pleno centro histórico, asistida por efectivos de la Subsecretaría de Control de Tránsito. O la conmovedora escena en la estación Deportivo 18 de Marzo del Metro, donde policías auxiliares ayudaron a una adolescente de 13 años a traer al mundo a su bebé. Estas historias, que se entretejen en el día a día de nuestra ciudad, nos recuerdan la humanidad y la solidaridad que subyacen en el trabajo policial.

El apoyo no se limita al momento del parto. En el CETRAM Tacubaya, policías bancarios brindaron asistencia a una mujer con dolores de parto en su noveno mes de gestación, asegurándose de que recibiera la atención médica necesaria. En Iztapalapa, policías sectoriales respondieron al llamado de un angustiado familiar y asistieron en el nacimiento de una niña. Incluso, en un acto de sororidad, tres mujeres policías ayudaron a una madre a dar a luz en un taxi en la alcaldía Iztapalapa.

Estas historias no son simples anécdotas, son un testimonio del compromiso y la capacitación de la SSC en materia de primeros auxilios. Son un recordatorio de que la policía está ahí para servir a la ciudadanía en cualquier situación, desde la prevención del delito hasta la asistencia en momentos tan delicados como el nacimiento de una nueva vida. Es un llamado a la confianza, una invitación a la ciudadanía a no dudar en solicitar apoyo cuando sea necesario. La policía de la Ciudad de México está lista para servir, en cada rincón, en cada calle, en cada estación de metro, siempre al servicio de la vida.