
4 de julio de 2025 a las 23:25
Exclusiva: La escena del crimen de Edgar Guzmán
La historia de Frida Muñoz, viuda de Edgar Guzmán López y actual esposa de Julio César Chávez Jr., ha vuelto a los titulares tras la reciente detención del boxeador. Este hecho ha reavivado el interés público en la trágica muerte de Guzmán López, hijo predilecto de Joaquín "El Chapo" Guzmán, ocurrida en 2008 en un estacionamiento de Culiacán. Aquel fatídico evento no solo marcó la vida de Frida, sino que dejó una profunda cicatriz en la ciudad, y su eco aún resuena en las calles de la capital sinaloense.
El imponente cenotafio erigido por "El Chapo" en memoria de su hijo, conocido como "El Moreno", y de las otras dos víctimas del ataque, César Ariel Loera y Arturo Meza Cázares, solía ser un punto de referencia en Culiacán. Año tras año, especialmente cada 8 de mayo, fecha del aniversario luctuoso, el monumento se cubría de flores y ofrendas, un testimonio del poder y la influencia del cártel en la región. Los habitantes de Culiacán estaban acostumbrados a ver este despliegue, una muestra tangible del dolor de un padre poderoso y una constante recordatorio de la violencia que permeaba la ciudad. Era una imagen que contrastaba con la cotidianidad, un símbolo de luto en medio del bullicio.
Sin embargo, el panorama actual es radicalmente distinto. La guerra interna que azota al Cártel de Sinaloa desde septiembre de 2024 ha transformado el paisaje urbano y ha dejado su huella en el cenotafio. En enero de 2025, una explosión destrozó el monumento, un acto que resonó a nivel internacional y que simboliza la fragilidad del poder y la volatilidad de la situación en Sinaloa. Los videos que circularon en redes sociales mostraban los restos del homenaje, un reflejo del caos y la destrucción que se vive en la región. El cenotafio, antes un símbolo de recuerdo, se convirtió en un mudo testigo de la nueva ola de violencia.
La ejecución de Edgar Guzmán López sigue siendo un tema que genera controversia y especulación. La versión oficial apunta a un error, una confusión en la identificación del vehículo en el que viajaba junto a sus acompañantes. Según "El Vicentillo", en su libro "El Traidor", la orden de ataque provino del grupo comandado por Gonzalo Inzunza Inzunza, alias "Macho Prieto", quienes habrían confundido la camioneta de Guzmán López con la de un rival. La ausencia del radio, que habría alertado a Edgar sobre la orden de no salir, selló su destino.
No obstante, Frida Muñoz, quien tuvo que realizar la dolorosa tarea de reconocer el cuerpo acribillado de su esposo, siempre ha mantenido la convicción de que la muerte de "El Moreno" fue un acto de venganza, una hipótesis que añade otra capa de complejidad a este trágico suceso. La verdad, como suele ocurrir en estos casos, permanece oculta entre las sombras de la violencia y el poder. Lo que sí es innegable es el impacto que este evento tuvo en la vida de Frida Muñoz, marcada para siempre por la pérdida de su esposo y ahora, nuevamente en el ojo público debido a la situación legal de su actual pareja. La historia de Frida, entrelazada con la del Cártel de Sinaloa, es un reflejo de la compleja realidad que se vive en la región, donde la violencia y el poder se entremezclan en una danza macabra.
Fuente: El Heraldo de México