
4 de julio de 2025 a las 05:15
Doble homicidio sacude la GAM
La tranquilidad de la tarde se vio abruptamente interrumpida por el eco de las detonaciones. La avenida Othón de Mendizabal, usualmente transitada y bulliciosa, se convirtió en escenario de una tragedia que ha conmocionado a la comunidad de Lindavista. Una mujer, de aproximadamente 35 años, salía de un restaurante cuando la violencia la alcanzó. Tres disparos, según testigos presenciales, resonaron en el aire, dejando su cuerpo inerte sobre el asfalto. La escena, rápidamente acordonada por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), se llenó de la desgarradora presencia de sirenas y luces intermitentes. Los paramédicos, tras una rápida evaluación, confirmaron lo inevitable: la mujer ya no contaba con signos vitales.
Mientras la espera por los peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) se prolongaba, una sensación de incredulidad y miedo se apoderaba del ambiente. La identidad de la víctima aún se desconoce, sumando un velo de misterio a la tragedia. Las preguntas, sin respuesta, flotaban en el aire: ¿Quién era ella? ¿Cuál fue el motivo de este brutal ataque? La investigación, iniciada bajo el protocolo de feminicidio, busca arrojar luz sobre estos interrogantes y llevar a los responsables ante la justicia. Hasta el momento, la búsqueda de los perpetradores continúa, sin detenidos ni sospechosos identificados.
La conmoción apenas comenzaba a digerirse cuando un segundo acto de violencia sacudió la zona. A tan solo diez minutos del primer ataque, y a escasos 5 kilómetros de distancia, otro estallido de disparos rompió la calma. Esta vez, el escenario fue una tranquila pastelería en la colonia Noe de Guadalupe Tepeyac. Un hombre de 46 años, dueño del establecimiento, fue acribillado a balazos por un sicario que, según testigos, se desplazaba en una motocicleta roja. El agresor, tras consumar el acto, se dio a la fuga, dejando tras de sí una estela de dolor e incertidumbre.
Cinco disparos acabaron con la vida del pastelero, sumiendo a la comunidad en un estado de shock y pánico. La proximidad de ambos incidentes, tanto en tiempo como en espacio, ha generado especulaciones sobre una posible conexión entre los dos crímenes. Si bien las autoridades no han confirmado ninguna relación, la coincidencia resulta, cuanto menos, inquietante. La investigación, aún en sus primeras etapas, deberá determinar si se trata de hechos aislados o si existe un vínculo entre ambos.
El temor se ha apoderado de los vecinos de Lindavista y Nueva Vallejo. Los negocios de la zona, muchos de los cuales cerraron sus puertas tras los ataques, reflejan la inseguridad que se respira en las calles. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué está pasando en nuestra comunidad? La exigencia de justicia y la necesidad de respuestas se hacen cada vez más fuertes, mientras las autoridades trabajan incansablemente para esclarecer estos trágicos sucesos y devolver la tranquilidad a la zona.
Fuente: El Heraldo de México