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4 de julio de 2025 a las 17:05

Desayunos Saludables: ¡Rico, Fácil y Económico!

El desayuno, ese ritual matutino que para muchos trasciende la simple ingesta de alimentos, se convierte en una conexión con el propio ser, un momento de introspección y preparación para el día que comienza. Tras el reposo nocturno, nuestro organismo demanda energía, y el desayuno, como primera comida, cumple la vital función de proporcionársela. Más allá de la necesidad fisiológica, el desayuno se ha convertido en una experiencia social, un placer compartido, especialmente durante viajes y escapadas, donde el tiempo se dilata y permite disfrutar de cada bocado sin prisas. Incluso el mundo del entretenimiento, como las tragaperras online, se inspira en la gastronomía, con juegos temáticos que giran en torno a la comida, demostrando la importancia cultural de este acto.

Mucho se debate sobre si el desayuno es realmente la comida más importante del día. Algunos defienden el almuerzo como protagonista, mientras que la cena suele ser la más ligera, buscando evitar la pesadez antes del descanso nocturno. La ciencia, sin embargo, corrobora los beneficios del desayuno: activa el metabolismo, regula el azúcar en sangre y mejora el rendimiento físico y mental. Precisamente por su papel en la regulación glucémica, se recomienda evitar alimentos con alto contenido de azúcar en la primera comida, ya que su exceso puede ser difícil de eliminar.

Saltarse el desayuno, un error común, puede provocar una mayor ingesta de nutrientes en las comidas posteriores. El cuerpo, al no recibir alimento al inicio del día, espera ansioso la siguiente oportunidad para reponer fuerzas, lo que a menudo conduce a problemas de obesidad, ya que acumula esas calorías como reserva de energía no utilizada. Diabetes y fibrilación auricular, con su consecuente daño a la sensibilidad a la insulina, son otros riesgos asociados a la omisión del desayuno.

La clave reside en la elección adecuada de los alimentos. Un desayuno inadecuado puede tener el efecto contrario al deseado. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el desayuno no aporte más del 10% de las calorías diarias, independientemente de la edad. En esencia, cuanto menos procesados sean los alimentos, más saludable será el desayuno. Las tostadas con jamón, por ejemplo, pueden ser una buena opción, siempre y cuando se tenga en cuenta el grado de procesamiento del jamón.

El aceite de oliva virgen extra (AOVE), un tesoro culinario, ofrece múltiples beneficios para la salud, especialmente en ayunas. Regular el intestino, mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y optimizar la absorción de nutrientes son algunas de sus virtudes. Incluso se recomienda tomar una cucharada de AOVE al despertar, antes de cualquier otro alimento. En cuanto al pan, la opción integral es preferible al pan blanco, por su mayor aporte de fibra y su capacidad saciante. Añadir tomate natural, sin sal o con una cantidad mínima, enriquece aún más esta opción clásica. Las tostadas admiten infinitas variaciones: con tomates cherry y mozzarella fresca con albahaca, o la popular combinación de aguacate y salmón, son solo algunas ideas.

Para los amantes de los dulces, las tortitas o pancakes no tienen por qué ser un pecado. Las tortitas de avena con alto contenido proteico son una alternativa saludable y deliciosa, tanto para el desayuno como para el postre. La avena, rica en fibra, reemplaza la harina refinada de las tortitas tradicionales, evocando los sabores de la infancia y los desayunos en casa de la abuela.

Los huevos revueltos, aunque parezcan propios de un desayuno de película americana, se han convertido en una opción rápida, sencilla y nutritiva, ideal para un estilo de vida saludable. Ricos en minerales como fósforo, hierro y calcio, y en vitaminas como la B12, K y D, los huevos aportan proteínas, vitaminas y minerales esenciales para comenzar el día con energía. Su consumo en la primera hora del día contribuye a la función cerebral y la salud ocular. Si bien los huevos revueltos sobre una rebanada de pan son la opción más común, la forma de cocinarlos es cuestión de preferencias. Lo importante es incluir el huevo en el desayuno.

Finalmente, para quienes desean eliminar el pan de su dieta, los boles de avena con yogur natural proteico y fruta fresca, como fresas, kiwi o frutos rojos, son una alternativa nutritiva y llena de sabor. La combinación de avena, yogur y fruta ofrece un desayuno completo y equilibrado, ideal para un comienzo de día saludable.

Fuente: El Heraldo de México