
3 de julio de 2025 a las 12:20
Ventas de vehículos caen: ¿Qué está pasando?
El sector automotriz mexicano continúa navegando en aguas turbulentas. Si bien el fantasma de la pandemia parece haberse disipado, la recuperación plena del mercado sigue siendo un desafío. Las cifras del Inegi, frías y contundentes, revelan una contracción del 5.9% en las ventas de vehículos nuevos durante junio, un descenso que, si bien no es catastrófico, sí enciende las luces de alerta en la industria. El mercado, que parecía encaminarse hacia una senda de crecimiento sostenido, muestra signos de fatiga, de un estancamiento que preocupa a los expertos y que nos invita a reflexionar sobre los factores que subyacen a esta realidad.
La comparación con las cifras prepandemia, un recurso habitual para medir el pulso de la recuperación, ofrece un panorama agridulce. Si bien las ventas de junio superan en un 8.7% las de 2019, el optimismo se ve atenuado por la tendencia a la baja observada en los últimos meses. Este "estancamiento", como lo define Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA, es un síntoma de que la industria aún no ha logrado consolidar su recuperación y que enfrenta retos importantes en un contexto económico global incierto.
El análisis del Power Rank de la AMDA nos permite diseccionar el comportamiento del mercado con mayor precisión. Observamos un claro contraste entre las marcas que avanzan a paso firme y las que luchan por mantenerse a flote. Nissan, Mazda y Changan, con incrementos significativos en sus volúmenes de venta, demuestran que la innovación, la adaptación a las nuevas demandas del mercado y una estrategia comercial sólida pueden marcar la diferencia. En el otro extremo del espectro, Chirey Motor, General Motors y Fiat experimentan caídas preocupantes, lo que nos lleva a cuestionar las estrategias implementadas y su capacidad para conectar con el consumidor actual.
El caso de MG Motor, con una caída del 10.5% en junio, ilustra la volatilidad del mercado y la necesidad de una constante adaptación. Asimismo, el grupo Motornation, con sus marcas BAIC, JMC, DFSK y Seres, enfrenta un escenario aún más complejo, con una disminución considerable en sus ventas. Estos ejemplos nos recuerdan que la competencia en el sector automotriz es feroz y que solo las marcas que logren anticiparse a las tendencias del mercado y ofrecer productos que satisfagan las necesidades del consumidor podrán sobrevivir y prosperar.
La decisión de Chirey y Jetour de dejar de reportar sus ventas al Inegi genera interrogantes y abre la puerta a la especulación. ¿Se trata de una estrategia para ocultar cifras negativas? ¿O simplemente refleja una reorganización interna de estas compañías? Sea cual sea la razón, la falta de transparencia no contribuye a la generación de confianza en el mercado.
En definitiva, el sector automotriz mexicano se encuentra en un punto de inflexión. La desaceleración en las ventas, la volatilidad del mercado y la incertidumbre económica configuran un panorama complejo que exige a las empresas redoblar sus esfuerzos para innovar, adaptarse a las nuevas realidades y ofrecer productos y servicios que conquisten al consumidor. El futuro del sector dependerá, en gran medida, de la capacidad de las marcas para responder a estos desafíos y trazar un rumbo claro hacia la recuperación sostenida.
Fuente: El Heraldo de México