
Inicio > Noticias > Violencia en el noviazgo
3 de julio de 2025 a las 09:36
Señales de alerta en el amor: Guía estudiantil
El primer amor, un torbellino de emociones nuevas, intensas, desconocidas. Mariposas en el estómago, sonrisas que iluminan el rostro, una sensación de flotar… La adolescencia, esa etapa de descubrimiento y transformación, es el escenario perfecto para que florezcan los primeros romances. Pero, ¿qué ocurre cuando ese amor incipiente se tiñe de control, celos y manipulación? La violencia en el noviazgo, un problema silencioso y devastador, se cuela en las vidas de miles de jóvenes, ocultándose tras la máscara del cariño y la pasión.
Es fácil idealizar el amor en la adolescencia, confundir la intensidad con la posesión, los celos con la atención. A esa edad, la falta de experiencia y la presión social pueden dificultar la distinción entre una relación sana y una tóxica. Los gritos, los chantajes, el control sobre la vestimenta o las amistades, son señales de alerta que a menudo se minimizan o se justifican con la inexperiencia o la pasión desbordada. Pero, como adultos, tenemos la responsabilidad de guiar a los jóvenes, de enseñarles que el amor verdadero no duele, no controla, no limita.
Imaginemos la historia de Sofía, una chica brillante y llena de sueños que, a sus 16 años, se enamora de un chico popular y carismático. Al principio, todo parece perfecto, pero poco a poco, él comienza a controlar su vida: le revisa el celular, le prohíbe ver a sus amigos, la critica constantemente. Sofía, cegada por el amor, justifica sus acciones, pensando que son muestras de cariño. Sus amigas, preocupadas, intentan advertirle, pero ella no las escucha, convencida de que nadie entiende su relación. Esta historia, lamentablemente, se repite en miles de hogares, en escuelas, en parques, en silencio, tras la fachada de un supuesto amor.
La violencia en el noviazgo no surge de la noche a la mañana. Comienza con sutiles insinuaciones, bromas incómodas, celos disfrazados de romanticismo. Es fundamental que los jóvenes aprendan a identificar estas señales de alerta, que sepan que merecen ser respetados y que el amor no debe doler. Aquí es donde entra el papel crucial de los adultos, tanto padres como educadores.
No podemos permanecer indiferentes ante esta problemática. Es necesario abrir espacios de diálogo en las familias y las escuelas, hablar abiertamente sobre relaciones sanas, consentimiento, límites personales y resolución pacífica de conflictos. Los docentes, como figuras de referencia para los jóvenes, tienen la oportunidad de generar entornos de confianza donde los estudiantes se sientan seguros para expresar sus dudas e inquietudes. No se trata de sustituir a los especialistas, sino de brindar herramientas para identificar, comprender y actuar ante situaciones de violencia.
Existen recursos valiosos que pueden ayudar a los docentes en esta tarea. Guías, videos y talleres que ofrecen información práctica y estrategias para abordar el tema de la violencia en el noviazgo con sensibilidad y eficacia. Es esencial que los docentes se capaciten en la detección de señales de alerta, en la escucha activa y en la canalización adecuada de los casos. Recordemos que la violencia en el noviazgo no es un asunto privado, sino un problema social que afecta el desarrollo y el bienestar de los jóvenes.
La prevención es la clave. Educar en el respeto, la igualdad y la comunicación asertiva desde temprana edad es fundamental para construir una sociedad libre de violencia. Empoderar a los jóvenes para que sepan identificar las señales de alerta, para que sepan decir "no" y para que busquen ayuda cuando la necesiten es una tarea que nos compete a todos. No podemos permitir que el silencio sea cómplice de la violencia. Debemos romper el ciclo y construir un futuro donde el amor sea sinónimo de respeto, libertad y felicidad.
Fuente: El Heraldo de México