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4 de julio de 2025 a las 00:05
Perritas rescatadas en Tlalpan
El abandono animal, una triste realidad que se repite con demasiada frecuencia, volvió a manifestarse en las calles de la alcaldía Tlalpan. Dos pequeñas almas, dos perritas criollas de talla mediana, fueron encontradas abandonadas a su suerte en la carretera Picacho Ajusco, un escenario que contrasta con la belleza natural de la zona. Su historia, afortunadamente, no termina en la desolación gracias a la intervención oportuna de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
La voz de un ciudadano preocupado, una denuncia que resonó en los oídos atentos de las autoridades, fue el primer eslabón en la cadena de rescate. Imaginen la escena: dos cachorros, inmóviles de la parte trasera de su cuerpo, aterrados, buscando refugio sobre un simple pedazo de cartón. Una imagen que desgarra el corazón y que, lamentablemente, se replica en diversos rincones de nuestra ciudad. El miedo en sus ojos, la incertidumbre ante lo desconocido, la vulnerabilidad expuesta a la intemperie… Un recordatorio silencioso de la responsabilidad que tenemos como sociedad.
La rápida respuesta de la BVA, su profesionalismo y dedicación, fueron cruciales. Con la delicadeza que exige el manejo de animales en situación de vulnerabilidad, los uniformados contuvieron a las dos perritas y las trasladaron a sus instalaciones en Xochimilco, un oasis de esperanza en medio de la adversidad. Allí, un equipo de médicos veterinarios esperaba para brindarles la atención que tanto necesitaban. Una de ellas, con una fractura de fémur en la pata trasera derecha, un doloroso testimonio de la posible negligencia sufrida. La otra, con principios de hipotermia, luchando contra el frío que se colaba en sus pequeños cuerpos.
Más allá de la atención inmediata, las dos perritas recibirán un tratamiento completo que incluye vacunas, desparasitación y esterilización. Un protocolo esencial para garantizar su bienestar y prepararlas para, ojalá, encontrar un hogar lleno de amor y responsabilidad. Un hogar donde el abandono sea solo un mal recuerdo, una sombra del pasado que se disipa ante la luz de una nueva vida.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de la denuncia ciudadana. Cada voz que se alza contra el maltrato animal, cada llamada que alerta a las autoridades, es una semilla de esperanza que se siembra en el camino hacia una sociedad más justa y compasiva. La Brigada de Vigilancia Animal, con su incansable labor, nos demuestra que la protección de la fauna en nuestra ciudad es una prioridad. Pero su trabajo, tan valioso e indispensable, no sería suficiente sin la colaboración de todos nosotros.
Recordemos que los animales son seres sintientes, que merecen nuestro respeto y cuidado. No son objetos que podamos desechar cuando ya no nos convienen. Adoptar un animal es un compromiso a largo plazo, una decisión que debe tomarse con responsabilidad y conciencia. Si no estás preparado para asumir esa responsabilidad, existen otras maneras de contribuir a su bienestar: denunciando el maltrato, apoyando a las organizaciones protectoras de animales, o simplemente, difundiendo el mensaje de respeto y cuidado hacia todas las formas de vida.
La historia de estas dos perritas, rescatadas del abandono en Tlalpan, es un llamado a la acción. Un llamado a construir una ciudad donde la compasión y el respeto por los animales sean la norma, no la excepción. Un llamado a ser la voz de aquellos que no pueden hablar por sí mismos.
Fuente: El Heraldo de México