Un manto de tristeza y desconcierto cubre la colonia Guerrero. La noticia del hallazgo de dos mujeres sin vida en un departamento de la calle Degollado ha conmocionado a vecinos y autoridades. El silencio que reinaba en el número 23, inusual para quienes conocían a las residentes, de 80 y 52 años, despertó la inquietud en el vecindario. Un olor fétido, perceptible desde el pasillo, se convirtió en la señal de alarma que llevó a los vecinos a contactar a las autoridades. Nadie imaginaba el trágico escenario que se encontrarían al abrir la puerta.

La incertidumbre se respira en cada rincón de la colonia. Las preguntas se agolpan en la mente de todos: ¿Qué ocurrió dentro de ese departamento? ¿Cómo es posible que dos vidas se apaguen de esa manera, en la aparente tranquilidad de su hogar? La falta de signos de violencia, según los primeros reportes policiacos, añade aún más misterio al caso. Las especulaciones se multiplican, pero la verdad permanece oculta, a la espera de las investigaciones que ya ha iniciado la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

La escena, a escasas tres cuadras del bullicio de la estación Guerrero del Metro, contrasta con la tranquilidad que usualmente caracteriza a esta zona de la alcaldía Cuauhtémoc. El ir y venir de los peritos, los murmullos de los vecinos, las luces de las patrullas, rompen con la rutina diaria. La presencia del Servicio Médico Forense, encargado del traslado de los cuerpos, confirma la tragedia y deja una profunda huella en la memoria colectiva.

La alcaldía Cuauhtémoc, a través de sus redes sociales, ha expresado su consternación por los hechos y ha reiterado su compromiso con el esclarecimiento de lo sucedido. Protección Civil y la Policía Auxiliar atendieron el reporte de los vecinos, demostrando la importancia de la colaboración ciudadana en situaciones de emergencia. Sin embargo, la ausencia de familiares que reclamen los cuerpos añade una capa adicional de complejidad al caso. ¿Quiénes eran estas mujeres? ¿Tenían familia cercana? ¿Vivían solas? Las incógnitas persisten.

La colonia Guerrero, un entramado de calles con historia y tradición, se encuentra en vilo. La comunidad, unida por la conmoción, espera respuestas. La justicia, a través de la Fiscalía, tiene la tarea de desentrañar el misterio que rodea estas dos muertes y brindar consuelo a una colonia que hoy llora la pérdida de dos de sus vecinas. La investigación continúa, y con ella, la esperanza de que la verdad salga a la luz y se haga justicia. Mientras tanto, el recuerdo de las dos mujeres permanecerá en el corazón de la colonia Guerrero, un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad vecinal.