
4 de julio de 2025 a las 02:15
Justicia por mano propia: ¿Atropellamiento o defensa propia?
La inseguridad en la Ciudad de México nos mantiene en vilo. Dos incidentes recientes, uno en Azcapotzalco y otro en Miguel Hidalgo, nos recuerdan la constante amenaza que vivimos a diario. En el primer caso, una mujer, haciendo uso de su propio vehículo, se defendió de un asalto en la Avenida Zempoaltecas. Imaginen la escena: la avenida, seguramente transitada, la tensión del momento, el miedo palpable. Un motociclista, un "moto ratón" como se les conoce popularmente, la intercepta con la intención de robarle. Pero esta vez, la historia tuvo un giro inesperado. La conductora, en un acto de valentía y quizá desesperación, decide embestir al asaltante. El resultado: una fractura expuesta para el delincuente y una detención por parte de la SSC. Si bien el desenlace podría considerarse un triunfo contra la delincuencia, nos deja con interrogantes. ¿Qué pasará con la conductora? ¿Se considerará legítima defensa? ¿Qué tan lejos debemos llegar para protegernos? Las autoridades aún no se pronuncian sobre su situación jurídica, y la incertidumbre se suma a la angustia que genera este tipo de situaciones. Seguiremos informando a través de nuestra cuenta @RaulGtzNR, donde podrán encontrar las últimas actualizaciones sobre este y otros casos relevantes.
Por otro lado, en la colonia Bosques de las Lomas, la tranquilidad se vio interrumpida por el robo de autopartes. Un joven de 26 años fue víctima del hurto de los faros de su automóvil. Gracias a la rápida acción de las autoridades, en coordinación con el C2 Poniente, se logró la detención del presunto responsable. Este caso nos recuerda la importancia de la vigilancia y la tecnología en el combate a la delincuencia. La colaboración entre la ciudadanía, las cámaras de seguridad y la policía resulta fundamental para frenar estos actos delictivos. El detenido, un hombre de 22 años, fue encontrado con las herramientas utilizadas para el robo y, por supuesto, con los faros sustraídos. Ahora, enfrentará a la justicia y será el Ministerio Público quien determine su situación jurídica.
Estos dos incidentes, aunque diferentes en su naturaleza, comparten un denominador común: la necesidad de reforzar la seguridad en nuestra ciudad. No podemos vivir con el miedo constante de ser asaltados, ya sea en la calle o incluso frente a nuestras propias casas. Exigimos a las autoridades acciones contundentes que garanticen la tranquilidad de los ciudadanos. La prevención, la vigilancia y la aplicación de la ley son cruciales para combatir la delincuencia y construir una ciudad más segura para todos. Manténganse informados, sigan nuestra cuenta y únanse a la conversación sobre cómo podemos mejorar la seguridad en nuestras comunidades. Su voz es importante.
Fuente: El Heraldo de México