
3 de julio de 2025 a las 23:05
Justicia con Rostro Humano: Nelly Montealegre
La llegada de Nelly Montealegre Díaz a la magistratura del circuito judicial 1, distrito judicial 7 en materia penal, trae consigo una ola de esperanza para la ciudadanía que anhela una justicia más humana. Sus palabras, resonando en los pasillos del Instituto Nacional Electoral (INE) tras recibir su constancia de mayoría, no son meras promesas de campaña, sino el reflejo de una trayectoria de 26 años marcada por la integridad y la honestidad. Más allá de la experiencia y la sólida base profesional que la respaldan, Montealegre Díaz se presenta ante la sociedad no solo como una jurista experimentada, sino como una persona transformada por el contacto directo con las necesidades y el clamor popular. Su recorrido durante la campaña electoral, escuchando de cerca las inquietudes de la gente, le ha proporcionado una visión privilegiada de las expectativas que la ciudadanía deposita en la justicia. Este conocimiento, asegura, la fortalece y la impulsa a trabajar por un sistema judicial más cercano y comprensivo.
El camino hacia una justicia más humana no está exento de desafíos. La magistrada electa reconoce las áreas de oportunidad dentro del sistema y aboga por una constante evolución y perfeccionamiento de los procesos. En particular, señala la necesidad de revisar los mecanismos de elegibilidad, un tema complejo que requiere un análisis profundo para garantizar la transparencia y la idoneidad de los candidatos. La reforma judicial, un proceso en constante desarrollo, debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad y asegurar la selección de los mejores perfiles para la judicatura. La elección de magistrados, afirma Montealegre Díaz, es un paso fundamental para fortalecer la democracia y la independencia del poder judicial. Es un mecanismo que permite a la ciudadanía participar activamente en la configuración del sistema de justicia y asegurar que los jueces que imparten justicia sean representantes legítimos de la voluntad popular.
A partir del primero de septiembre, la magistrada Montealegre Díaz se enfrentará a la ardua tarea de administrar justicia en un contexto marcado por los rezagos acumulados. Los paros laborales han generado una considerable acumulación de casos, lo que representa un desafío importante para el poder judicial. Sin embargo, la magistrada se muestra optimista y se compromete a abordar esta situación con dinamismo y eficiencia. Su objetivo es claro: contribuir a la transformación del poder judicial, agilizando los procesos y garantizando el acceso a la justicia para todos los ciudadanos. No se trata solo de resolver los casos pendientes, sino de construir un sistema judicial más ágil, eficiente y, sobre todo, más humano. La magistrada Montealegre Díaz llega con la firme convicción de que la justicia no debe ser solo un conjunto de leyes y procedimientos, sino una herramienta al servicio de la sociedad, capaz de escuchar, comprender y responder a las necesidades de las personas. Su compromiso es con una justicia que no se limite a aplicar la ley, sino que busque la equidad y la reparación del daño, una justicia que, en definitiva, sea un reflejo del humanismo que la inspira.
Fuente: El Heraldo de México