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3 de julio de 2025 a las 14:25

El misterio de Yosmara: Pizza, hospitales y un ataque

La pesadilla de Yosmara, una joven de tan solo 24 años, comenzó la noche del 28 de junio en la tranquila comunidad de Las Lomas, municipio de Coyuca de Benítez. Lo que debería haber sido una noche como cualquier otra, se transformó en una tragedia que ha conmocionado a la sociedad guerrerense y ha puesto en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista.

Tras la brutal agresión sexual que sufrió a manos de dos hombres, presuntamente hermanos, Yosmara fue abandonada, inconsciente y gravemente herida, en la vía pública. La imagen desgarradora de su cuerpo, con la ropa interior rota, golpes en el rostro, brazos y piernas, y sangre manchando su vestido verde, fue el crudo testimonio de la barbarie a la que fue sometida. El personal de bomberos y Protección Civil, quienes la encontraron en ese estado, fueron los primeros en presenciar la magnitud del horror.

La joven fue trasladada de inmediato al hospital local, pero la gravedad de sus lesiones requirió su traslado al Hospital General de El Quemado. Allí, además de luchar por su vida física, Yosmara ha tenido que enfrentarse al trauma psicológico que conlleva una experiencia tan traumática. Su madre, Mariela, ha sido su pilar fundamental en estos momentos de angustia e incertidumbre, convirtiéndose en su voz y su fuerza ante la indolencia y la lentitud de la justicia.

Mariela, con el coraje que solo una madre puede tener, fue la primera en interponer la denuncia ante el Ministerio Público, a pesar de la resistencia inicial de las autoridades que, increíblemente, exigieron la declaración de Yosmara a pesar de su delicado estado de salud y el shock emocional que la embargaba. Este hecho pone de manifiesto la revictimización que a menudo sufren las mujeres que se atreven a denunciar la violencia de género, obligadas a revivir el horror mientras luchan por su recuperación física y emocional.

El caso de Yosmara ha trascendido las paredes del hospital y ha llegado a la sociedad gracias a la valentía de su madre y al apoyo del colectivo feminista Las Brujas del Mar, quienes han difundido la historia y exigen justicia. Se sabe que los presuntos agresores son hijos de los dueños de una pizzería en la misma comunidad, un dato que aumenta la indignación y la preocupación, ya que revela la cercanía de los agresores con la víctima y su familia.

La impunidad no puede ser una opción. A pesar de las pruebas ministeriales y la identificación de los agresores, estos aún se encuentran en libertad. Se rumora que han intentado sobornar a las autoridades para evadir la justicia, lo que de ser cierto, demostraría la podredumbre de un sistema que permite que los agresores se muevan con impunidad mientras las víctimas sufren las consecuencias de sus actos.

La sociedad guerrerense, y el país entero, debe unirse a la exigencia de justicia para Yosmara. No podemos permitir que este caso se sume a la larga lista de agresiones sexuales que quedan impunes. Es necesario que las autoridades actúen con diligencia y apliquen todo el peso de la ley a los responsables. La vida de Yosmara ha cambiado para siempre, pero la justicia puede ser un primer paso hacia su reparación y un mensaje claro de que la violencia contra las mujeres no será tolerada. #JusticiaParaYosmara

Fuente: El Heraldo de México