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3 de julio de 2025 a las 12:05

Automovilistas con engomado rosa, terminación 7 y 8.

La urgencia apremia para los propietarios de vehículos con engomado amarillo, terminación de placa 5 o 6. El tic-tac del reloj avanza inexorablemente hacia el 31 de agosto, fecha límite para cumplir con la verificación vehicular. De no hacerlo, la sombra de una multa de 2,262.8 pesos se cierne sobre ellos. No se trata de un capricho burocrático, sino de una medida crucial para proteger la salud de todos los habitantes de la Ciudad de México.

Respirar aire limpio es un derecho, y el programa de verificación vehicular es una herramienta esencial para lograrlo. Imaginen un futuro donde la contaminación atmosférica sea cosa del pasado, donde nuestros hijos puedan jugar al aire libre sin temor a enfermedades respiratorias. Ese futuro es posible, pero requiere el compromiso de todos. La verificación vehicular no es un mero trámite, es una inversión en salud, en bienestar, en un futuro más limpio y saludable para las próximas generaciones.

El programa “Hoy No Circula”, en conjunto con la verificación, forma un escudo protector contra los contaminantes emitidos por los vehículos. Es un esfuerzo conjunto para mitigar el impacto ambiental del tráfico y mejorar la calidad del aire que respiramos. Cada automóvil verificado es una pieza fundamental en este rompecabezas de la salud pública.

Si bien julio fue el mes designado para la verificación de los vehículos con engomado amarillo y terminación 5 o 6, agosto ofrece una segunda oportunidad para aquellos que no pudieron cumplir con el trámite en el plazo establecido. Además, se abre la ventana para los vehículos con engomado rosa y terminación 7 u 8. No hay excusas, la Sedema ha dispuesto la infraestructura necesaria para facilitar el proceso.

El costo de la verificación, 708 pesos, es una pequeña inversión comparada con los beneficios que aporta. Independientemente del resultado de la prueba, este monto se mantiene fijo durante todo el 2025. Es un precio accesible para contribuir a un bien común: un aire más limpio para todos. No importa si el resultado es “00”, “0”, “1”, “2” o incluso si no se aprueba la prueba, la contribución a un ambiente más sano ya está hecha.

Es importante recalcar que la verificación vehicular es obligatoria para todos los vehículos matriculados en la Ciudad de México. No es una opción, es una responsabilidad. La Sedema ha sido clara en este punto, y las sanciones por incumplimiento son contundentes. Evitar la multa es tan sencillo como agendar una cita en alguno de los verificentros autorizados y cumplir con el trámite.

No dejemos que la desidia nos robe la oportunidad de respirar un aire más limpio. Verifiquemos nuestros vehículos, cumplamos con la normativa, y construyamos juntos un futuro más saludable para todos. La salud de nuestro planeta y la de nuestros hijos está en juego. Informémonos, actuemos con responsabilidad, y seamos parte del cambio. No esperemos a que la contaminación nos alcance, tomemos acción ahora.

Fuente: El Heraldo de México