El mundo del cómic está de luto. La noticia del fallecimiento de Jim Shooter ha resonado como un trueno entre los aficionados, dejando un vacío difícil de llenar. Shooter, un titán de la industria, fue mucho más que un simple escritor o editor: fue un arquitecto de universos, un constructor de leyendas. Su influencia en Marvel Comics durante la década de los ochenta es innegable, marcando una época dorada para la editorial y dejando una huella imborrable en la historia del noveno arte. A sus 73 años, tras una valiente lucha contra el cáncer de esófago, Shooter nos deja un legado invaluable. Su partida nos invita a recordar y celebrar su prolífica carrera, desde sus inicios como un prodigio adolescente hasta su consagración como una de las figuras más influyentes del mundo del cómic.

La noticia, confirmada por su hijo Benjamin Shooter a "The Hollywood Reporter", ha generado una ola de homenajes y condolencias en redes sociales. Escritores, artistas y fans de todo el mundo se unen para recordar al hombre que dio vida a icónicos personajes y tramas que marcaron a generaciones. Brittany Byram, quien trabajó junto a Shooter en sus últimos años, compartió en Instagram un emotivo mensaje describiendo la batalla del escritor contra la enfermedad, una lucha que mantuvo en privado hasta el final, demostrando su fuerza y discreción.

La historia de Jim Shooter es la historia de una pasión temprana y un talento excepcional. Con apenas 13 años, ya vendía sus historias a DC Comics, un logro asombroso que presagiaba una carrera brillante. Entre sus primeras contribuciones se encuentra la icónica Adventure Comics N.º 346, una pieza clave en la mitología de la Legión de Superhéroes. Shooter, con una visión creativa desbordante, fue el responsable de la creación de personajes como "Karate Kid", además de orquestar la primera carrera entre dos de los titanes de DC: Superman y Flash, una historia que se ha convertido en un clásico.

Sin embargo, su nombre está indisolublemente ligado a Marvel Comics. Su etapa como editor en jefe de la editorial, durante los años ochenta, fue un período de innovación y expansión sin precedentes. Shooter supo revitalizar personajes clásicos y darles una nueva dimensión, al mismo tiempo que impulsaba la creación de nuevas narrativas y universos. Su mayor logro, sin duda, fue la concepción de "Secret Wars", un evento crossover que revolucionó la forma de entender las historias de superhéroes. Este épico encuentro, que reunió a los héroes y villanos más poderosos del universo Marvel, no solo marcó un hito en la historia del cómic, sino que también nos regaló uno de los momentos más icónicos de Spider-Man: la aparición del simbionte alienígena que posteriormente se convertiría en Venom.

La pérdida de Jim Shooter deja un hueco inmenso en la industria del cómic. Su legado, sin embargo, permanece vivo en las páginas de sus creaciones, en las historias que inspiró y en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de disfrutar de su genio. Su visión, su talento y su pasión por el mundo del cómic seguirán inspirando a nuevas generaciones de escritores y artistas, asegurando que su nombre se recuerde por siempre como uno de los grandes maestros del noveno arte.