La tragedia ocurrida en Kalwan, Nashik, ha conmocionado a la India y ha reavivado un debate latente: ¿qué hacer con las vacas en las calles? La muerte de Bhalchandra Malpure, un anciano de 85 años, pisoteado y corneado por dos vacas mientras descendía de una motocicleta, ha dejado una profunda herida en la sociedad. Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad y viralizadas en redes sociales, son estremecedoras. Muestran la brutalidad del ataque, la impotencia de los presentes y la furia desatada de los animales. Malpure no provocó a las vacas, simplemente se bajó del vehículo y fue embestido sin previo aviso. La primera vaca lo derribó y, sin darle tiempo a reaccionar, comenzó a cornearlo. Una segunda vaca se unió al ataque, y juntas pisotearon al anciano hasta dejarlo gravemente herido.

Aunque varias personas intentaron intervenir, las vacas, en su enardecimiento, continuaron su embestida. Finalmente, lograron apartar a Malpure del alcance de los animales, pero el daño ya estaba hecho. La furia de las vacas no se apagó con el primer ataque, y se dirigieron hacia otras personas presentes. Un segundo hombre fue embestido y pisoteado, aunque afortunadamente, este segundo ataque no fue tan prolongado ni violento. La defensa de los presentes, con palos y piedras, logró contener a los animales.

Ambos hombres fueron trasladados al hospital, pero lamentablemente, Bhalchandra Malpure falleció horas después. Aún se desconoce el estado de salud del segundo afectado, y se espera información oficial en los próximos días. Este trágico incidente ha reabierto la discusión sobre la presencia de vacas en las calles de la India. Si bien son consideradas animales sagrados, su libre tránsito por espacios públicos representa un peligro real para la población.

Muchos se preguntan si la veneración religiosa debe estar por encima de la seguridad ciudadana. ¿Es posible conciliar la tradición con la necesidad de proteger a las personas? ¿Se deben implementar medidas para controlar la población de vacas en las calles, o se deben buscar alternativas que respeten la tradición y garanticen la seguridad? La tragedia de Kalwan exige una respuesta. No podemos permitir que más vidas se pierdan por una situación que, si bien compleja, requiere soluciones urgentes. Es necesario un diálogo abierto y honesto entre las autoridades, las comunidades religiosas y la sociedad civil para encontrar un equilibrio que proteja tanto la vida humana como el respeto a las creencias. El futuro de la convivencia entre humanos y animales sagrados en la India depende de ello. La memoria de Bhalchandra Malpure y el sufrimiento de su familia nos obligan a actuar.