
2 de julio de 2025 a las 19:00
Tragedia familiar: Bebé sobrevive a fuga de gas
El silencio sepulcral que ahora reina en la casa de Villa Devoto contrasta dramáticamente con la vibrante vida que albergaba hasta hace apenas unas horas. Una tragedia impensable ha sacudido a la comunidad, dejando un vacío imposible de llenar y un sinfín de preguntas sin respuesta. Cinco vidas truncadas por la silenciosa amenaza del monóxido de carbono, un enemigo invisible que se infiltró en el hogar y robó la alegría de una familia.
Demetrio De Nastchokine (79) y Graciela Just (74), patriarcas de la familia, veían crecer a su lado a las nuevas generaciones. Andrés de Nastchokine (43) y Marie Lanane (42), junto a sus dos pequeños hijos, representaban la promesa de un futuro lleno de esperanza. Ahora, solo queda el eco de sus risas y el dolor desgarrador de su ausencia.
La pequeña Elisa, de tan solo cuatro años, también se convirtió en una víctima inocente de esta tragedia. Su corta vida, llena de sueños e ilusiones, se apagó prematuramente, dejando un vacío inmenso en los corazones de quienes la conocieron. La imagen de su rostro angelical se ha convertido en un símbolo de la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada instante.
Un halo de esperanza se abre paso entre la desolación. Un bebé, el más pequeño de la familia, milagrosamente sobrevivió a la tragedia. Sus débiles llantos, ahora convertidos en un canto a la vida, resuenan en los pasillos del Hospital Zubizarreta, donde se recupera bajo la atenta mirada de los médicos. Su supervivencia es un testimonio de la fuerza del espíritu humano y un rayo de luz en medio de la oscuridad.
La comunidad se encuentra consternada ante la magnitud del suceso. Vecinos y amigos se acercan a la casa, aún incrédulos, para dejar flores y mensajes de condolencia. La solidaridad se hace presente en estos momentos de profundo dolor, como un bálsamo que intenta aliviar las heridas de una tragedia que ha marcado a fuego a toda una comunidad.
Las autoridades continúan investigando las causas de la fuga de gas. Si bien las primeras hipótesis apuntan a un aparato defectuoso dentro del domicilio, se espera que las pericias brinden mayor claridad sobre lo sucedido. Este trágico suceso nos recuerda la importancia de la prevención y del mantenimiento adecuado de los aparatos domésticos, para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Es crucial tomar conciencia del peligro silencioso que representa el monóxido de carbono y adoptar las medidas necesarias para proteger a nuestras familias. La vida es un regalo precioso que debemos cuidar con responsabilidad.
Mientras tanto, la comunidad se une en oración por el pequeño sobreviviente, esperando su pronta recuperación y que la fuerza del amor lo ayude a superar esta dolorosa pérdida. Que la memoria de las víctimas sirva como un recordatorio constante de la importancia de la vida y la necesidad de valorar cada instante junto a nuestros seres queridos.
Fuente: El Heraldo de México