La tranquilidad de la tarde del martes 1 de julio en San Andrés Cholula, Puebla, se vio abruptamente interrumpida por un suceso que ha conmocionado a la comunidad. Un niño de tan solo siete años fue encontrado sin vida en el interior de su vivienda, ubicada en la calle 4 Oriente del centro del municipio. La madre del menor, Edith N., de 47 años, ha sido detenida como la principal sospechosa de este terrible crimen.

La secuencia de los hechos, según las primeras investigaciones, comenzó con una llamada al número de emergencias 911 realizada por la propia Edith N. En la llamada, la mujer alertó sobre la presencia de un menor inconsciente en su domicilio, sin dar mayores detalles sobre las circunstancias. La pronta respuesta de los paramédicos de Protección Civil, sin embargo, no pudo cambiar el trágico desenlace. Al llegar al lugar, los socorristas confirmaron que el pequeño ya no presentaba signos vitales. El examen preliminar del cuerpo reveló indicios que apuntan a que el fallecimiento habría ocurrido varias horas antes de la llamada de auxilio.

La presencia de Edith N. en el domicilio, identificándose como la madre del menor, y la incongruencia entre el estado del cuerpo y el momento de la llamada, inmediatamente levantaron sospechas entre las autoridades. La Fiscalía General del Estado de Puebla ya ha iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las causas exactas de la muerte del niño. Aunque la información oficial es aún escasa, trascendió que el cuerpo del pequeño presentaba posibles signos de asfixia, lo que ha añadido una capa aún más sombría a este lamentable suceso.

La detención de Edith N. se llevó a cabo en el mismo domicilio, y actualmente se encuentra a disposición de las autoridades ministeriales. En las próximas horas se espera que se realice la autopsia al cuerpo del menor, un procedimiento crucial que aportará información vital para la investigación y permitirá determinar con precisión la causa del fallecimiento.

Este caso ha generado una profunda consternación en la comunidad de San Andrés Cholula, donde vecinos y conocidos se muestran incrédulos ante la tragedia. La calle 4 Oriente, usualmente tranquila, se ha convertido en el escenario de un drama que ha dejado a todos conmocionados. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, la sociedad espera respuestas y justicia para el pequeño de siete años cuya vida fue truncada de manera tan abrupta. Se espera que en los próximos días la Fiscalía General del Estado de Puebla ofrezca una conferencia de prensa para informar sobre los avances en la investigación y las posibles implicaciones de Edith N. en el fallecimiento de su hijo. Este caso pone de manifiesto, una vez más, la urgente necesidad de reforzar los mecanismos de protección a la infancia y de atender las problemáticas familiares que pueden derivar en tragedias como esta.